Bomberos de Rosario

El ritmo de crecimiento de las ciudades cada vez se acelera más. En nuestro caso, si tenemos en cuenta que luego de años de ver a una Rosario como "dormida" ahora está en continuo movimiento, sería oportuno reducir el margen de error en materia de protección, asistencia y seguridad. Hay indicios claros sobre el estado deficitario en que se encuentran los principales destacamentos de bomberos de la ciudad: muchos ni siquiera cuentan con los recursos para combatir un incendio. Muchas veces deberíamos aprender de las experiencias ajenas. Justamente, queremos transmitir lo que ocurrió en España por los años •80. En la segunda mitad de esa década, ese país había vivido un proceso de reajuste y reconversión industrial que le había permitido incorporarse plenamente a la Unión Europea. En aquel momento las expectativas de los ciudadanos españoles se centraban en la posibilidad de ver reducidos las diferencias existentes entre los servicios sociales heredados y aquellos estándares que eran comunes en los países desarrollados integrados en la Unión Europea (UE). Las circunstancias hacían que se diera una especial sensibilidad popular, a raíz de catástrofes acaecidas de forma sucesiva, como inundaciones por desbordamiento o incendios forestales y además un sentimiento de atraso con relación al resto de los países miembros de la UE. Ante este "tirón" de la demanda (demand pull), el gobierno español decidió impulsar un programa dotado de un buen aporte presupuestario para acometer el problema y de esa forma se renovó tecnológicamente todo el cuerpo de bomberos. Volviendo a nuestra realidad, si de pronto la provincia no puede atender coyunturalmente esta problemática, es el municipio quien debería actuar con determinación y afrontar cuanto antes dicha responsabilidad. Es fundamental resaltar la importancia de implementar un plan certero en el ámbito de la protección civil (que constituye como una lógica demanda social), debido fundamentalmente al notorio aumento poblacional, la concreción de nuevas obras públicas y privadas y la realización de eventos de toda índole, algunos de magnitud. Resulta entonces urgente la necesidad de "re-crear" el cuerpo de bomberos, modernizándolo, lo cual no implica cambiar el personal, sino reforzar los puntos débiles. Que esté preparado para salvaguardar los intereses de los habitantes relacionados a su seguridad frente a posibles riesgos causados por fuego, accidentes, siniestros, catástrofes. Pero que también esté dispuesto, capacitado, y cuente con los recursos para entrar en acción y contrarrestar eficazmente las consecuencias que los efectos de los agentes de la naturaleza o de otro origen pudieran ocasionalmente provocar. Como conclusión, sería muy auspicioso contar con una respuesta satisfactoria a esta necesidad imperante y no tener que esperar un acontecimiento desgraciado para actuar en consecuencia. Consideramos que estamos en un momento oportuno para actuar en la prevención.

Centro de Estudios Metropolitanos