| domingo, 19 de septiembre de 2004 | Central Córdoba perdió el invicto Cayó en su visita a Estudiantes Mauricio Bártoli / La Capital Central Córdoba perdió el invicto tras ocho partidos. Cayó 2 a 0 en Caseros, frente a Estudiantes, y no sólo se alejó del lote puntero sino que la derrota, fundamentalmente, puso en crisis el desempeño cumplido en lo que va del Apertura 2004.
Cerca de la mitad del torneo vale un balance parcial. Porque el charrúa ha demostrado buen juego, ha sido protagonista de local y de visitante, pero nunca convenció del todo. Se había advertido que a pesar de usar la receta adecuada y los ingredientes de buena calidad, aun con buenos resultados, algo venía fallando en la horneada final.
Ayer, hubo algo distinto. Porque en general los de Tablada disminuían el rendimiento en las segundas etapas, pero esta vez la siesta la hicieron en el primer tiempo y el Matador no los perdonó.
Fue curioso, porque justo al minuto 10, un Maradona irrumpió en el partido y puso el 1 a 0 a favor de Estudiantes. No fue nada antirreglamentario. El 8 de Estudiantes tiene el mismo apellido que el Maradona del básquetbol, Ginóbili, pero no se llama Emanuel sino Sebastián. La jugada fue una buena triangulación por el sector derecho, por donde el pincha porteño más complicó, y el homónimo del genial Manu definió fuerte ante la salida de De Lemos.
Como hasta ese momento, Central Córdoba siguió teniendo la pelota pero no generó importantes posibilidades de convertir y tuvo distracciones, especialmente en el acople de las líneas. El segundo gol de los aurinegros tuvo que ver con eso. El Chango Cárdenas quiso salir jugando con Marcos Santos de relevo, pero la perdió y el contraataque rápido de Estudiantes exigió un cierre sobre la izquierda. Javier López trabó mal ante Cardozo de Oliveira y el brasileño se la llevó sólo, esperó que el arquero se la jugara y después la colocó sobre el primer palo.
Antes del descanso, hubo dos apariciones del mejor Petrovelli. Primero, un remate desde afuera que obligó a un rebote, pero Armani no pudo acomodarse bien. Y segundos después, el 10 charrúa abrió la defensa con un pase en profundidad para Santos, que desde la izquierda se la puso justa a Armani. El Diseñador cabeceó bien, pero encontró bien parado al arquero.
En el complemento, Isabella metió mano desde el arranque. Puso a Garequita Pérez por Acoglanis y acertó. Porque el volante que purgó cuatro fechas de suspensión controló mejor el medio que el rubio ex Central. En unos aburridos 45 minutos, el charrúa tuvo más el control de la pelota pero sin suficiente actitud para darlo vuelta. Pudo adelantarse en la cancha y presionó con tiros desde afuera, pero sólo uno pasó cerca. Fue de Petrovelli, que la pidió siempre.
Las pocas jugadas por afuera terminaron en centros sin peligro. Encima, Armani parecía tener la pólvora mojada, sin su punch habitual. En tanto, los delanteros del Matador rotaban y complicaron hasta el pitazo final.
El resultado no es trágico, claro, porque el charrúa perdió luchando. Pero, justamente, haber querido ser protagonista y terminar con las manos vacías, resalta las dificultades que el equipo ha tenido no sólo ayer sino en lo que va del torneo. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Los charrúas no encontraron su juego. | | |