| domingo, 19 de septiembre de 2004 | Tiro Federal cayó en Caballito El conjunto de Ludueña dispuso de varias ocasiones para no irse derrotado Gustavo Yarroch / La Capital Tiro sufrió una derrota más que digna ante Ferro por 1 a 0, de esas que casi no dejan margen para el reproche. Tuvo autoridad para manejar la pelota durante buena parte del desarrollo, miró casi siempre el arco contrario y generó una cantidad de situaciones de gol (seis) suficiente como para merecer largamente el empate que se le negó.
Su pecado fue haber arrancado el partido un tanto dormido. En esos quince minutos iniciales, el equipo de Ludueña se dedicó más a estudiar a su rival que a intentar ejercer la iniciativa y Ferro lo aprovechó para encontrar el gol que lo dejó, al menos hasta hoy, como único líder e invicto del torneo. Iban 13 minutos cuando David Ramírez metió un centro bárbaro en un contragolpe y Campodónico aplicó el frentazo que sorprendió a Del Vecchio.
Obligado a adoptar una postura más agresiva, Tiro buscó el empate por caminos opuestos. De a ratos se equivocó, reiterándose en imprecisiones. En el primer tiempo, por caso, Germán Noce regaló muchas pelotas al pasar la mitad de la cancha. Y durante grandes segmentos del partido, especialmente en la última media hora de juego, sus intentos se clarificaron y tuvieron menos barullo que pureza.
Noce se recompuso en la etapa final y pasó a ser salida limpia por el sector derecho, ese por el que Tiro comenzó a marcar diferencias. Por allí, Bezombe sudó la gota gorda pero fundamentalmente jugó e hizo jugar a sus compañeros, y desequilibró constantemente por su carril.
Para que ello ocurriera también resultó clave el error que cometió en el entretiempo el técnico de Ferro, José María Castro, quien sacó al defensor Dante Pérez en lugar de Roberto Molina, volante. Castro dejó de lado la línea de cuatro en el fondo por una de tres, con la clara intención de quitarle el balón a Tiro en el mediocampo. Pero la apuesta le salió mal porque el tándem Noce-Bezombe le ganó permanentemente las espaldas al Nuno Molina y entonces Carballo perdía casi siempre porque quedaba en inferioridad numérica.
Sekagya en el empate Tiro no llegó al empate porque Ríos tapó varias pelotas de gol y porque Sekagya salvó increíblemente sobre la línea una entrada de Saad a seis minutos del final. Queda la duda sobre qué hubiera pasado si el Chaucha Bianco mandaba a la cancha un rato antes a Vacaría y Saad, pero esa especulación entra en el siempre difuso terreno de lo que pudo haber sido y no fue.
Los plateístas de Ferro Carril Oeste terminaron pidiendo la hora. A Tiro no debe servirle como consuelo, pero sí para saber que por el camino que recorrió ayer seguramente acumulará más alegrías que sinsabores. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Matías Saad no puede con Arancibia. | | |