| domingo, 19 de septiembre de 2004 | Ping Pong con Claudio Lozano El referente económico de la CTA habló con La Capital -¿Se está frenando la economía?
-Argentina recompuso su actividad desde mediados del año 2002, cuando había tocado fondo con un nivel de actividad 20 puntos debajo del año 98. Obviamente en ese contexto hay un stock disponible en la economía, capacidad ociosa sobre la cual se puede crecer. Pero a medida que uno va avanzando se desacelera la tasa de crecimiento. Por lo tanto, si no se altera el rumbo económico, la perspectiva es un crecimiento cada vez más leve, con gran desigualdad y con un patrón productivo indudablemente débil. Hay que sacarse la idea de que con la sola devaluación se puede tener una política industrial.
-¿Qué debe hacer el gobierno para reanimar la economía?
-Hay que poner en debate la reindustrialización del país y la distribución activa de los ingresos en favor de los sectores más postergados. En tanto se implementen políticas de redistribución del ingreso con el objetivo de recuperar los ingresos del 50% de la población que está bajo el nivel de pobreza tendríamos más escala de mercado. Hay que articular un conjunto de instrumentos, que incluyen el crédito, el poder de compra estatal y el sistema arancelario.
-¿Las medidas como el aumento del salario y las jubilaciones mínimas son suficientes para redinamizar la demanda interna?
-No alcanzan porque el universo del sector registrado y formal dentro de los trabajadores es muy chico, de sólo el 30%. Por eso venimos insistiendo desde la CTA en el tema del salario familiar por hijo, la jubilación universal y el seguro de empleo y formación a los jefes de hogar desocupados. Son instrumentos no tradicionales y vemos que el gobierno demora en tomar el rumbo.
-¿Le falta audacia?
-Se mantiene un espíritu muy conservador en la estrategia de Lavagna. Se ve en el presupuesto 2005, donde incrementa su compromiso en términos de ahorro fiscal para pagar deuda. Si uno acumula el ahorro fiscal nacional con el de las provincias, llega a más del 4%, que es lo que pedía el Fondo. No hay reforma impositiva ni modificación de políticas sociales que abran las puertas a estrategias más universales. Se pierde una oportunidad porque hay disponibles recursos fiscales por 6.000 millones y reservas por 18.500 millones.
-¿La pelea con De Vido por la renegociación con las privatizadas anticipa la decisión de Lavagna de irse del gobierno?
-No sabría especular al respecto. Lo que sí está claro es que una vez más Lavagna es la expresión concreta dentro del gobierno de la articulación con el Fondo y con el capital europeo alojado en las empresas privatizadas. enviar nota por e-mail | | |