| miércoles, 15 de septiembre de 2004 | | [email protected]
-¿Usted no siente, Candi, fastidio y aburrimiento cuando lee las noticias políticas? ¿Advierte que siempre son los mismos personajes, los mismos discursos, las mismas actitudes?
-¿Y qué esperaba?
-No sé, algo nuevo, propuestas, anuncios que regocijen, cosas alentadoras. Pero nada de eso ocurre. Fíjese ayer al repasar los diarios leí las mismas noticias de siempre: un juez especula, renuncia antes de que le inicien el juicio político y lo destituyan, así quiere asegurarse algunos beneficios que van desde no perder sus haberes jubilatorios hasta evitar el accionar de la justicia penal. Ya lo han hecho otros magistrados (¡qué país generoso!); un político opositor dice las imbecilidades de siempre y arroja "popó" para todos lados y un político oficialista hace "popó" por todas partes. Es, de verdad, aburrido y fastidioso.
-Pero hay también otro mundo, Inocencio.
- Es cierto, hay también un mundo donde suceden cosas buenas. Por ejemplo ayer leía que fue condecorada por el gobierno italiano Leticia Cossettini. Halagador que después de haber tenido la dicha de trasponer la barrera de los cien años y en asombrosa lucidez la pedagoga haya recibido este galardón por "la excepcional contribución brindada junto a su hermana Olga a la pedagogía y el amor prodigado durante decenios al magisterio". Como usted siempre dice, Candi, al fin al mundo lo sostienen aquellos que hacen del amor un modo de vida.
-Note usted que afortunadamente esto no es patrimonio sólo de las generaciones de antaño. Si bien es cierto que hay una devastación de principios rectores entre la juventud, no es menos cierto que hay jóvenes que se convierten en la reserva y esperanza de esta sociedad conculcada. Ayer también leíamos que la Universidad de Rosario premió a los jóvenes profesionales recibidos con los mejores promedios y me detuve a reflexionar algo.
-¿Qué cosa Candi?
-Que es muy probable que estos chicos, como otros brillantes, puedan alcanzar el éxito -medido en términos de sociedad de consumo- con relativa facilidad. Ya sabemos que grandes y pequeñas corporaciones nacionales e internacionales pasan la lupa sobre las universidades públicas y privadas del mundo tratando de detectar mentes brillantes para contratarlas ¡Y en buenahora! Pero me pregunté lo siguiente: ¿Quién reparará en aquellos jóvenes que sin ser brillantes en las ciencias y en las artes se sacan los mejores promedios en amor, en bondad y deseos de trabajar y progresar. Aunque no esperen grandes realizaciones para su vida sí aguardan que se les respete y se les conceda el derecho que le corresponde a todo ser humano por su condición de tal?
-¡La sociedad no repara en los débiles, Candi! Y aunque nos duela debemos reconocer que en cierta forma el hombre se ajusta a las leyes de la naturaleza animal: sobrevive el más fuerte y el resto es desechado.
-Airadamente, indignado con todas mis fuerzas me sublevo ante eso, Inocencio, porque esa es la naturaleza bestial que ni siquiera se corresponde con todas las especies. Muchos de los animales abandonan a sus crías por impotencia manifiesta, pero no por instinto y muchos las salvaguardan hasta donde les resulta posible. El hombre económico, mofándose de su capacidad racional, de su sublimidad espiritual y traicionando el principio de la divinidad es la única bestia que no sólo abandona a sus crias más débiles, sino que las explota y las sumerge en un océano de aflicciones.
-Sí, tiene razón.
-Me duele el dolor que estos jóvenes, que obtienen el mejor promedio en amor y bondad, manifestarán en poco tiempo más ante la insensibilidad social. Me duele el dolor de estos ancianos que, dedicando su vida al amor, la abnegación y el trabajo, lejos de ser condecorados por el Estado argentino con la satisfacción de sus derechos, son desamparados y abandonados. Por eso despotrico y despotricaré hasta donde pueda, con todas mis fuerzas, contra esta casta de malvados y repugnantes sea que estén en el oficialismo o en la oposición que hacen "popó" o lo reparten a diestra y siniestra.
Candi II | | | | "Yo conozco perfectamente lo que se gasta y estoy harto de que hablen por otro lado con eso de que no tienen balas o gasoil, lo que no tienen son pelotas ni vocación" Felipe Solá Gobernador de Buenos Aires, en referencia a las quejas policiales por carencia de elementos | Ver noticia | | |