Terapia biológica para la psoriasis

En el marco del XVII Congreso Argentino de Dermatología, realizado recientemente en Mar del Plata, se firmó el consenso nacional de psoriasis en el que dermatólogos de todo el país acordaron formas de diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. En la oportunidad se lanzó la primera terapia biológica para combatir la psoriasis moderada y severa. El medicamento (efalizumab), de última generación, actúa sin producir la toxicidad de otras terapias.

El producto elaborado por laboratorios Serono fue diseñado para combatir los síntomas de la enfermedad, es de rápida acción, efectividad a largo plazo, y buena tolerancia. Se administra una vez por semana por vía subcutánea y el propio paciente puede inyectárselo en su casa.

El fármaco fue aprobado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) hace apenas unos meses, y por la Food and Drug Administration (FDA) de EEUU.

El doctor Edgardo Chouela, profesor titular de Dermatología de la Universidad de Buenos Aires, afirmó respecto de esta novedad que "las terapias biológicas permiten tratar aquellos pacientes que no pueden acceder a las terapéuticas tradicionales por sus efectos tóxicos o porque han perdido efectividad. Este medicamento posee un mecanismo selectivo que interrumpe el curso de la enfermedad", dijo.

En Argentina se estima que la psoriasis afecta aproximadamente a 750.000 personas (2% de la población en general), y en el mundo son unos 80 a 100 millones de personas.

En ocasión de la presentación de esta nueva droga, la periodista Silvia Fernández Barrios comunicó el lanzamiento de la Asociación para el Enfermo de Psoriasis (Aepso), que tendrá como primer objetivo lograr que los nuevos tratamientos cuenten con cobertura social y médica, dado que los fármacos son costosos.

Las terapias biológicas derivan de proteínas humanas o animales y están diseñadas para actuar de manera específica sobre ciertos mecanismos orgánicos a fin de corregir aquello que no está funcionando correctamente y que desencadena la enfermedad. Dentro de las mismas se encuentran las vacunas y la insulina.

Al comprender mejor cómo se produce la enfermedad la ciencia se centró en el papel que poseen los linfocitos T (comandantes del sistema inmunológico) ya que mientras que su función normal es reconocer a las bacterias y virus y coordinar la respuesta inmune para eliminarlos, en la psoriasis esas células se activan por error y migran hacia la piel. Allí comienzan a actuar como si estuvieran combatiendo una infección o sanando una herida, lo que produce una reacción en cadena con un acelerado crecimiento de las células cutáneas (hasta 8 veces más rápido de lo normal).

Las células se acumulan en la superficie de la piel y se forman las lesiones. Efalizumab es un anticuerpo terapéutico humanizado diseñado para bloquear selectiva y reversiblemente la activación, reactivación y tránsito de células T que llevan al desarrollo de los síntomas.