Para Nina Peloso, la detención de su marido en "una injusticia"

Buenos Aires.- Nina Peloso, esposa del titular del Movimiento Independiente de Jubilados y desocupados (MIJD), Raúl Castells, consideró hoy una "injusticia" la detención de su marido, dispuesta por pedido de un fiscal del Chaco que investiga la toma del Casino Gala, en la ciudad de Resistencia.

"La detención de Castells es una injusticia", enfatizó Peloso, quien de esta manera se refirió a la detención de su marido, tras lo que aclaró que el referente del MIJD "se encuentra bien".

La justicia del Chaco había ordenado la detención del dirigente piquetero y lo había declarado en rebeldía debido a que no se había presentado a declarar en la causa que se investiga la toma del Casino Gala, el pasado 16 de julio.

En esa ocasión, Castells y un grupo de desocupados chaqueños pertenecientes al MIJD tomaron el salón del casino y reclamaron la entrega de una suma de dinero para comprar alimentos.

Peloso confirmó en declaraciones a Radio Uno que al momento de la detención, Castells estaba tomando un café en una estación de servicio de Galvez, acompañado del dirigente de la CGT de San Lorenzo, Edgardo Quiroga.

"Nos estamos preparando para la semana que viene", adelantó la dirigente piquetera, en alusión a una marcha que el MIJD tiene prevista para el martes próximo para exigir "el fin de la persecución política de los dirigentes piqueteros".

En este marco, Peloso cuestionó una vez más el proceder de la Justicia que, dijo, le da "risa" y comparó la situación de Castells con la de "aquellos que tomaron comisarías y por ser amigos del presidente no pasó nada".

De esta manera, la esposa de Castells se refirió, aunque sin mencionar directamente, a Luis D'Elía y a la toma de la comisaría 24 del barrio de La Boca, en julio pasado.

"Me da risa la justicia", aseguró Peloso durante la entrevista radial y se mostró visiblemente molesta cuando se le preguntó si la toma del casino no era una extorsión.

"Es su opinión", le retrucó Peloso al periodista, y negó que la intensión de los piqueteros haya sido la de extorsionar a los dueños del Casino que pagaron 11 mil pesos a Castells para que abandonaran la sede de la casa de juego. (Télam)