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 miércoles, 25 de agosto de 2004

Pandilla de pibes ebrios en un ómnibus
Seis chicos de entre 14 y 18 años patotearon a los pasajeros y luego apedrearon las ventanillas

Seis adolescentes fueron detenidos ayer a la mañana en la zona sur luego de provocar destrozos en un colectivo donde quisieron robar a una pasajera. Los chicos, de entre 14 y 18 años, portaban armas filosas de fabricación casera y estaban al menos alcoholizados cuando la policía los sorprendió apedreando el interno 343 de la línea 142. Nadie resultó herido en el episodio, mientras que dos menores quedaron detenidos en el penal de la comisaría 11ª.

Quién sabe a qué hora habrá comenzado la ronda de travesuras de estos muchachitos que pasadas las 6 de la mañana subieron al colectivo con ínfulas patoteras y se ubicaron en el fondo. El vehículo estaba aún en Villa Gobernador Gálvez, en inmediaciones de Mendoza y San Diego, y en él viajaban varias personas que se dirigían a trabajar a Rosario.

Cruzado el arroyo Saladillo por el puente Molino Blanco, el chofer de la unidad, Néstor Cereseti, notó que los pibes estaban molestando a una pasajera. "Quisieron asaltar a una mujer y el resto de los pasajeros se levantó a impedirlo. Cuando vi eso, desvié el recorrido hacia la comisaría 11ª, que estaba cerca. Entonces estos pibes empezaron a golpear los vidrios para bajarse y en un momento decidí abrirles la puerta para que se fueran", relató el conductor.

Al bajarse en Castro Barros y Anchorena, los pandilleros comenzaron a tirar piedras, baldosas y botellas contra los vidrios del colectivo. Según fuentes de la comisaría 11ª dos ventanillas del lado derecho quedaron destruidas. En ese momento aparece una patrulla del Comando Radioeléctrico y los captura tras perseguirlos unas cuadras. La patota estaba compuesta por un mayor de 18 años, tres menores de 17, uno de 16 y el restante de 14. Dos son de Villa Gobernador Gálvez y el resto de una villa de la zona sur rosarina ubicada en inmediaciones de Ayacucho y Uriburu.

Fuentes de la seccional 11ª confiaron que "todos estaban alcoholizados" pero no pudieron determinar en principio si además se habían drogado. "Estaban bastante excitados, andaban con una botella de fernet con cola", indicaron, y agregaron que las armas secuestradas fueron un pequeño cuchillo serrucho, una lezna para agujerear las hojas y un destornillador con punta bien finita.

Tres de los menores (uno de 14 y dos de 17 años) quedaron bajo arresto domiciliario a disposición del juez de Menores Nº 1, Jorge Zaldarriaga, ante quien sus padres deberán llevarlos hoy. El mayor fue liberado por falta de antecedentes. Los otros dos menores, uno de 17 y otro de 16, están imputados de tentativa de robo a una pasajera de 40 años a quien le habrían querido sacar el reloj.

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