Avenida del Rosario al 1400

En el atraco a un súper, un rehén noqueó a un ladrón de un palazo

En el tercer comercio que robaban, un maleante retenía a un empleado con su arma. El cautivo zafó y le acertó a la cabeza con el mango de un escobillón

Un asalto en un supermercado en zona sur, con la toma momentánea de un rehén, terminó gracias a la puntería del cautivo, que le asestó un golpe de nocaut en la cabeza al asaltante que lo retenía: le dio con el palo de un escobillón que acababa de manotear. Efectivos de la comisaría 15ª detuvieron a los dos malhechores y secuestraron dos revólveres calibre 22mm largo. Un tercer asaltante, que hacía de campana, era buscado intensamente anoche por la policía. Antes de irrumpir en este súper, los maleantes ya habían robado otros dos negocios en el mismo barrio donde, según algunos testimonios, los vecinos los conocen muy bien.

"Nos tuvieron como rehenes, nos mandaron para el fondo, pero como alguien había llamado a la policía cuando llegaron, forcejeamos con los tipos y los uniformados los pudieron detener", comentó el encargado del supermercado King Kong, de avenida del Rosario al 1400. "No puedo decir si había otro tipo afuera, pero los dos que entraron nos amenazaban a todos", comentó. "Estos tipos entraron con las armas en la mano y nos apuntaron a todos. Además de robarnos a nosotros, les sacaron las billeteras a los clientes y a algunos proveedores que estaban en el negocio en ese momento", explicó.

Todo sucedió ayer pasado el mediodía cuando dos jóvenes que la policía identificó como Miguel Angel Bracamonte, de 27 años, y Sergio Damián Villanueva, de 21, irrumpieron armados en el súper, mientras un tercero quedaba en la puerta haciendo de campana. Según fuentes del Comando Radioeléctrico, los delincuentes redujeron a una decena de clientes y a cinco o seis empleados. Pero no tuvieron en cuenta a un vecino que vive enfrente del lugar, quien llamó inmediatamente a la policía.

Minutos después, al llegar los vigilantes el campana se escapó -a pie, según los vecinos- mientras que Bracamonte fue reducido por un uniformado al intentar salir del súper. Esta situación obligó a Villanueva a cambiar de planes e ir hacia el fondo del local, donde tomó como rehén al carnicero, empuñando un arma de fuego, que le colocó en la cabeza.

"Durante varios minutos -comentó una fuente policial- tratamos de entablar una negociación con el caco que tenía retenido al carnicero con un revólver en la cabeza. En momento de la negociación, el cautivo logró zafarse y luego de un forcejeo le sacudió al asaltante en la cabeza con el palo de un escobillón que había en el lugar. Lo dejó nocaut". La policía se llevó entonces a los ladrones y secuestró dos revólveres 22 largo, un marca Bagual y otro Galand y 90 pesos.

Según fuentes de la investigación, los ladrones habían concretado el robo antes de la llegada de la policía. Indicaron que el King Kong era la tercera escala de la jornada laboral de los cacos, que había comenzado en un negocio de Esteban de Luca al 1400 y continuado en otro ubicado en Corrientes y Gutiérrez.

Tanto Villanueva como Bracamonte cuentan con variados antecedentes y, según testimonios de vecinos y de fuentes policiales, son conocidos en el barrio por sus fechorías. En cuanto al campana, al cierre de esta edición era buscado por la policía.

El supermercado luego del atraco.