| miércoles, 25 de agosto de 2004 | El bajo desarrollo intelectual por el hambre en la niñez se puede revertir La ingesta de hierro y ejercicios mentales en la edad escolar recuperan aptitudes perdidas El bajo desarrollo cognitivo de los niños con necesidades básicas insatisfechas, producto de la mala alimentación y la falta de estímulos, puede revertirse en edad escolar mediante políticas públicas constantes que incluyan suplementos de hierro y ejercicios mentales.
A esta conclusión arribó un equipo de investigadores de la Unidad de Neurobiología Aplicada del Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas (Cemic), que también demostró por la vía científica que los niños con necesidades insatisfechas tienen un desempeño cognitivo inferior al de los demás.
Los niños que viven en la pobreza, según el estudio, tienen poco desarrolladas ciertas habilidades mentales básicas, como la elaboración de respuestas correctas frente a un problema, la memoria a corto plazo y la planificación de secuencias.
Se trata de funciones primarias, imprescindibles para articular cualquier comportamiento inteligente más complejo y garantizar el desarrollo óptimo de las potencialidades intelectuales del individuo.
No obstante, una intervención a tiempo, que incluya la provisión de complementos de hierro y los estímulos intelectuales adecuados, pueden revertir la situación.
Los investigadores del Cemic, con el apoyo de Fundación Bunge y Born, Unicef Argentina y Fundación Conectar, trabajaron con una muestra poblacional de 500 niños de 3 a 6 años de la Capital Federal.
"Los niños cuyas necesidades básicas están insatisfechas (NBI) tienen un desempeño cognitivo menor al de los niños cuyas necesidades básicas son satisfechas (NBS)", explicó el director de la Unidad de Neurobiología Aplicada del Cemic, Jorge Colombo.
Investigador principal del Conicet y presidente de la Fundación Conectar, Colombo afirmó que los niños pobres llegan a la escuela con un nivel de desempeño que podría perjudicarlos en su inserción y rendimiento escolar.
La alimentación y el contexto en el que se desarrollan las poblaciones más pobres (como la marginación social, la falta de educación de los padres y una alimentación deficiente), son algunos de los factores que más inciden en el bajo rendimiento intelectual que, para muchos especialistas, es irreversible.
Esperanza Sin embargo, los investigadores de la Unidad de Neurobiología Aplicada demostraron lo contrario. Durante dos semestres, trabajaron con un grupo de niños NBI sin trastornos médicos, a los que les dieron un suplemento de hierro y les asignaron una serie de pruebas dirigidas a ejercitar la mente.
Los resultados son alentadores: los niños NBI mejoraron notablemente su desempeño cognitivo e incluso, superaron los niveles medios de los NBS.
"Creemos que este proyecto puede implementarse en el nivel público", afirmó Colombo, cuyos hallazgos se presentarán mañana durante la tercera jornada sobre pobreza y desarrollo mental infantil.
Los investigadores propondrán la aplicación de este tipo de iniciativas como parte de una estrategia pública, para combatir el desarrollo intelectual desigual, entre niños NBI y niños NBS.
Colombo fue más allá de la investigación puntual y opinó que "la salida cultural y productiva al problema de la pobreza está en la generación de pequeñas comunidades que reemplacen el asistencialismo actual".
"El Estado tiene que desarrollar una estrategia logística para apoyar los microemprendimientos comunitarios de manera organizada y coherente", sintetizó el investigador. (Télam) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Los niños con necesidades básicas insatisfechas tienen un desempeño cognitivo inferior. | | |