Entre el Clausura y el promedio: "Los números son claros"

El balance que arroja el trabajo realizado por Miguel Angel Russo ha sido bueno por donde se lo mire. Pero hay un estigma con el que deberá lidiar en el futuro: dejar último al equipo en el presente Clausura. Un dato que suelto es por demás de contundente, aunque sería impropio considerar ese elemento aislado si no se tienen en cuenta algunos detalles como que afrontó la Libertadores y el torneo a la vez con un plantel corto y sin los refuerzos que esperaba. "Hasta acá los números son claros. Yo los invito a ver el promedio. Ahora si de acá en adelante tenés dos o tres torneos malos no es culpa de Russo", justificó el ahora ex DT canalla.

-Es la segunda vez que venís a Central y no te vas de la manera en qué hubieses deseado.

-Ojalá siempre me vaya así. Uno siempre quiere irse de la mejor manera posible, pero el trabajo está por sobre todas las cosas. Porque hemos armado un grupo de verdaderos profesionales, entre los jugadores grandes y los chicos, sabiendo y conviviendo dentro de las idas y venidas de este club. Tal vez nos podrán objetar algunas cosas, pero difícilmente tengan que ver con el trabajo, que queda expuesto en los números. Ahora si de acá en adelante tenés dos o tres torneos malos no es culpa de Russo. Hasta acá los números quedan claros.

-¿No tenés miedo de que te quede el estigma de que te vas de Central dejándolo en el último lugar del Clausura?

-Uno tiene que saber hacia dónde va. Cuando dijimos que queríamos hacer un colchón de 30 puntos en el Apertura 2003, sabíamos adonde íbamos. Con una primera fase de la Copa sabíamos que nos íbamos a acomodar para un lado o para el otro. Ahora, y después de algunas circunstancias, en lugar de mirar la tabla de posiciones hay que mirar la de los promedios, esa es la que marca la realidad. Yo los invito a ver el promedio, con una edición jugada de Libertadores en el medio, que hoy deja a Central en una posición tranquila, sin plantel, sin refuerzos y con ventas. Y no hablo de las lesiones, porque sufrimos el costo, algunas por accidentes, otras por desgaste, pero al final lo que queda son números, que también reflejan claramente el trabajo hecho.

-Dicen que las segundas partes nunca fueron buenas, pero en tu caso fue mejor que la primera. ¿Soñás con una tercera que sea mejor?

-Uno nunca sueña. No me corresponde a mí, uno se está yendo con cosas que tenía proyectadas de otra manera, y que ahora desgraciadamente morirán en mí, por que no se pueden dar a conocer ni hacer saber. Me queda la tranquilidad de haber manejado esto de la única manera en que sé, tratando de ser ciento por ciento profesional, con todo lo que eso cuesta en un grupo como este y en el fútbol argentino actual.