El color

El día que la pasión se fue de Núñez a París

Los argentinos estarán más pendientes de la final argentina

Las hazañas deportivas de la legión en Roland Garros, con la final de hoy entre Gastón Gaudio y Guillermo Coria como colofón, tienen revolucionados a los argentinos, más pendientes de lo que sucede en París incluso que del partido de la selección argentina ante Paraguay por las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Alemania 2006.

Ese desplazamiento también se refleja en la prensa, cuyas tapas de ayer sólo tienen las caras de Gaudio y Coria, protagonistas de la primera final de un Grand Slam completamente albiceleste.

Durante la última semana el país, de rancia estirpe futbolera, vibró con las hazañas de Juan Ignacio Chela, David Nalbandian, Gaudio, Coria, y la Negra Paola Suárez sobre el polvo de ladrillo de Roland Garros.

Los diarios dedicaron suplementos especiales y los canales de televisión enviaron de urgencia a sus periodistas, ante la perspectiva de estar viviendo algo histórico, el primer triunfo argentino en París desde que Guillermo Vilas levantó el trofeo en 1977.

Los bares y restaurantes de Buenos Aires, Rosario y todo el país modificaron sus programaciones de los televisores, en donde generalmente se ven noticias por las mañanas, para seguir las alternativas de la legión argentina en París.

Pero sin dudas lo más significativo es ver que ahora todos opinan y saben algo de tenis, charlan por la calle y es la noticia del momento, relegando de manera increíble lo que sucede con la devaluada selección del Loco Bielsa.

La derrota ante Brasil por 3 a 1, el miércoles pasado, pegó duro en el corazón del hincha albiceleste, que sin embargo digirió el mal trago y continuó con su rutina, viendo tenis como casi nunca antes en la historia de este país.

La poca expectativa que despierta la selección se ve reflejada en que apenas algo más de 20.000 entradas fueron vendidas para el cotejo frente a Paraguay, en un estadio como el Monumental, que tiene capacidad para más de 60.000 personas y que infrecuentemente en eliminatorias muestra muchos claros como los que tal vez haya hoy en el estadio.

Si bien faltan algunos días, la preparación de River y Boca para el superclásico que disputarán por las semifinales de la Copa Libertadores, que comenzarán el miércoles próximo en la Bombonera, también quedó relegado detrás del tenis, en el interés colectivo.

Lo cierto es que el país vuelve a sentir el mismo cosquilleo que en las épocas de Guillermo Vilas y José Luis Clerc, en las décadas del 70 y 80, y por lo bajo se ilusionan con la Copa Davis en las vitrinas, aunque eso tenga que esperar al menos hasta el año próximo.

La gente se prendió con el tenis debido a la apatía de la selección.