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 domingo, 06 de junio de 2004

"Ferrazini no dejó papel sin imprimir"

La primera foto publicitaria de la empresa Ferrazini se tomó en 1898, en la la esquina de Rioja y Progreso (ex Mitre). Allí, sobre una calle empedrada y delante de la propia imprenta se ve un carruaje con la leyenda "Ferrazini y Tamburini". El nombre fue uno de los tantos que tuvo la empresa a lo largo de más de un siglo y el lugar donde se tomó la imagen, sólo uno de sus domicilios.

El litógrafo argentino e hijo de suizos Juan Ferrazini había fundado la firma sólo cuatro años antes de que se sacara esa foto que hoy cuelga en una oficina del clásico edificio art decó ubicado en Urquiza 1950.

El negocio se especializó desde el primer momento en litografías sobre piedras calizas traídas de Alemania. Sus actuales dueños aseguran que "Ferrazini no dejó papel sin imprimir". Etiquetas, hojas, cartas, sobres y libros. Entre los trabajos más viejos aún se conserva un álbum de 1896, con fotos de los edificios más importantes de Rosario. Y el menú de la cena y la programación de actividades con la que se agasajó al presidente Julio Argentino Roca cuando visitó la ciudad en 1902.

Hoy las impresiones siguen en marcha, obviamente con otra técnica y estética. A la empresa la dirige el bisnieto de Juan, Eduardo Ferrazini (48). Su hermano Pablo (43), es parte de una rama no menos tradicional de la firma: la papelería. Su negocio está en Rioja 1100.

Eduardo cuenta que comenzó a trabajar allí a los 16 años. Y que el momento de esplendor de Ferrazini fue en la década del 70, cuando "en Rosario existían las fraccionadoras de vino Vaschetti, Viejo Viñedo, Esmeralda y Filippini, y todas estampaban en sus botellas las etiquetas de la firma".

En cambio, la peor crisis fue durante el corralito de fines del 2001. "Fue tristísimo. Tuvimos que echar a doce personas, algunas hasta con 35 años de trabajo. O achicábamos o cerrábamos. Así y todo, empezamos de cero", remarca.

La librería no es menos tradicional que la imprenta. Se levanta allí donde vivieron los bisabuelos de Eduardo y Pablo.

Ninguno de los dos se anima a predecir qué será de la empresa en el futuro. Sólo rescatan una frase que siempre les dice un proveedor: "Pueden pasar muchas cosas en este país, pero Ferrazini siempre estará".

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Eduardo y Pablo Ferrazini, hoy a cargo.

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