| miércoles, 07 de abril de 2004 | | Promete mucho más de lo que cumple El decano, alto e impecablemente vestido, tiene el hábito de abandonar el espacio donde desarrolla su actividad académica para estirar las piernas en distendidos paseos por la peatonal. Durante el transcurso de estas plácidas caminatas su mirada suele oscilar entre la minuciosa inspección de la belleza femenina y la no menos atenta contemplación de las vidrieras de las librerías, donde las últimas novedades inevitablemente tientan al amante de la literatura. Pero nuestro observador no sólo mira: también pregunta. Y como corresponde, va derecho al grano. Así, su presencia ya se ha tornado habitual para los vendedores, quienes atienden sus consultas con resignada paciencia. Hombre de múltiples intereses -que hasta incluyen el estilo periodístico-, las inquietudes de que hace gala se reflejan en los rigurosos interrogatorios a que somete a sus víctimas. Sin embargo, según se comenta, tamaño esfuerzo dialéctico no rinde los frutos esperados. Porque nuestro hombre, si bien promete, sólo a veces cumple. Todo un estilo.
| Un nostálgico incurable Su florida verba lo torna inconfundible. Pero últimamente el área de influencia de su discurso se ha extendido más allá de las fronteras rosarinas. René Balestra, según dicen, forma parte de una mesa chica de la Unión Cívica Radical en la Capital Federal. Allí, el ex intendente Enrique Olivera suele incluirlo en los dilatados conciliábulos que mantiene con el jurista y ex ministro Ricardo Gil Lavedra y el politólogo Sergio Berenstein. Durante esas largas tenidas verbales, el ex lector de Rilke y antiguo enemigo mortal de la Unión Soviética suele desplegar sus particulares convicciones políticas. Como ejemplo a mano, noches pasadas apuntó sus misiles nada menos que contra Joan Manuel Serrat. "¿Es el mismo que canta en Galicia, cobra en euros y no le importa que esa tierra esté gobernada por quien tiene las manos manchadas en sangre?", dicen que dijo con su característico tono apocalíptico. Pero no contento con haber demostrado que el autor de "Penélope" dista de figurar en la lista de sus amores musicales, renglón seguido despachó al popular juez Baltasar Garzón, perseguidor de los represores de la última dictadura: "Antes de pedir lo que pide, debería anular el Pacto de La Moncloa. Allí, en el artículo primero del núcleo de compromiso, se dice tajante: «No revisar el pasado»". El cierre de la diatriba no dejó lugar a dudas ni espacio para la sutileza: "Estos dos son unos cabrones, que nada dicen ni hacen cuando en su país hay más de una estatua en homenaje a Franco. Sólo en la Argentina se solazan porque bajan unos retratos de un colegio". En fin. Todo indica que el verborrágico René debería visitar a un relojero. Porque su pensamiento atrasa: al menos, treinta años. | | | | "A los muertos del pasado no se los puede resucitar" Adolfo Vázquez Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación | Ver noticia | | |