Misiones: En gomón por los rápidos

Excursiones en bote, safaris fotográficos, caminatas por la selva y avistaje de aves en las Cataratas del Iguazú. El principal salto es la Garganta del Diablo

Las tribus aborígenes que habitaron nuestro territorio tenían -entre otras tantas virtudes- la capacidad indiscutida de definir a las bellezas naturales con notable precisión. Así lo hicieron los guaraníes con las cataratas, a las que denominaron en su idioma "Iguazú", para nosotros "agua grande". Un término sencillo, que se ajusta literalmente a la realidad. Es impresionante ver la caída ininterrumpida de un enorme tobogán de agua, envuelto en una bruma donde el sol dibuja arcoiris perfectos.

Para el mundo occidental las Cataratas del Iguazú fueron descubiertas en 1541 por el adelantado Alvar Núñez Cabeza de Vaca. Debido a su impresionante belleza paisajística fueron declaradas Parque Nacional el 9 de octubre de 1934. Con una superficie actual de 66.148 hectáreas se convirtieron en uno de los centros turísticos más importantes del mundo.

En los últimos años además de observar las majestuosas caídas de agua desde las pasarelas, los visitantes pueden participar de excursiones que escapan a la mera contemplación y permiten la interacción con el medio natural. El auge del turismo aventura también se instaló en la zona de las cataratas. A continuación, algunas propuestas a pura adrenalina:

* Navegación en los rápidos: recorrido de 8 kilómetros por la selva, a través del sendero Yacaratiá, en vehículos todo terreno hasta arribar a puerto Macuco, en compañía de guías bilingües habilitados por el parque nacional. Una vez en el puerto se embarca en gomones semirígidos y se navega unos 6 kilómetros por el río Iguazú inferior, con 2 kilómetros de rápidos en el tramo final. Al llegar a las cataratas se ingresa al cañón de la Garganta de Diablo y se realiza la aproximación a los saltos, desembarcando frente a la isla San Martín. El paseo dura aproximadamente 1 hora y la tarifa es de $70.

* Aventura náutica: se embarca frente a la isla San Martín en gomones semirígidos para ingresar luego al cañón de la Garganta del Diablo y realizar la aproximación a los saltos más importantes incluyendo la vista de los saltos brasileños. El paseo dura 12 minutos y cuesta $30.

* Paseo ecológico: es una navegación de 3 kilómetros por el delta del río Iguazú superior, en compañía de expertos lugareños en gomones a remo. Es ideal para contemplar la diversidad de flora y fauna selvática. Tiene una duración de 30 minutos y cuesta $15.

* Safari fotográfico: las flores multicolores y la fauna exótica invitan a recorrer la selva con la cámara de fotos en mano. Un paseo de 2 horas en compañía de un guía especializado cuesta $50.

Para las excursiones es conveniente usar vestimenta cómoda y liviana, llevar repelente de insectos y proteger del agua a las cámaras fotográficas utilizando bolsas plásticas.


Abrupto desnivel
Siguiendo el curso del río Iguazú, las cataratas distan unos 22 kilómetros de su desembocadura en el Paraná. En la parte superior a los saltos el río viene formando meandros de ancho variable, presentando además varias islas pequeñas. A partir de la isla San Agustín el río se ensancha a unos 1.500 metros en su mayor parte, formando una amplia "U", que contiene la gran falla que da lugar a un abrupto desnivel en el terreno y, por ende, a las cataratas.

El sistema está formado por 275 saltos de hasta 70 metros de altura, alimentados por el caudal del río Iguazú. En esta zona se realizan paseos en lancha y caminatas por senderos donde se distinguen exóticos ejemplares de fauna.

La gran vedete es La Garganta del Diablo, salto de agua que regala un espectáculo visual fascinante. Toda su majestuosidad se puede observar desde el río a través de una excursión náutica o desde las pasarelas.


Lianas y enredaderas
El Parque Nacional Iguazú fue creado para conservar el ecosistema de las cataratas. Allí crecen más de 2.000 especies conocidas de plantas. La principal característica es la multiplicidad de estratos de vegetación que ocupan el espacio entre el suelo y la copa de los árboles mayores. Desde los senderos al levantar la vista se aprecia una maraña de lianas y enredaderas por donde se filtra levemente la luz del sol.

Helechos arborescentes, orquídeas, guatambú blanco, laurel negro, palmeras, pindó, claveles del aire y palo rosa, también integran el notable patrimonio vegetal.

Envueltas por la bruma, las aves regalan un espectáculo aparte. Papagayos, picaflores, tucanes y mariposas, entre otras especies, despliegan sus alas multicolores en el cielo misionero, ante la mirada de júbilo de los viajeros que tratan de registrar el momento con sus filmadoras y cámaras fotográficas. Con el paso del tiempo la imagen servirá para expresar el orgullo de haber estado aquí.

Las cataratas están a 17 kilómetros de Puerto Iguazú.