| sábado, 20 de marzo de 2004 | Demencial ataque a un chofer en Castellanos al 5200 Un taxista entre la vida y la muerte tras ser baleado en un intento de robo A Roberto Paulucci le tiraron en el tórax cuando iba a buscar un viaje. Detuvieron al agresor: tiene 16 años Roberto Mauricio Paulucci, un taxista de 58 años, se debatía anoche entre la vida y la muerte en la sala de terapia intensiva del Hospital de Emergencias. El chofer, minutos antes del mediodía, y cuando se dirigía a "levantar" a una pasajera en un barrio del suroeste rosarino, fue baleado por dos delincuentes que se le cruzaron en el camino. El proyectil le ingresó por el hemitórax izquierdo, le atravesó el abdomen y quedó alojado en su cuerpo tras provocarle severas heridas internas. Horas después de ese ataque demencial, y gracias al aporte de una testigo involuntaria, la policía detuvo al presunto autor material de los disparos cuando pretendía huir de la ciudad a bordo de un remís y acompañado por sus familiares. Tiene 16 años y usó un revólver calibre 32 que quedó secuestrado.
Paulucci maneja taxis desde hace unos 20 años, cuando lo despidieron de una empresa metalúrgica. "Varias veces lo habían asaltado, pero nunca de esta forma tan violenta", atinaron a decir su esposa y dos de sus tres hijos a La Capital mientras aguardaban desencajados en la sala de espera del Heca.
El destino le jugó la peor pasada a Paulucci cuando faltaban cinco minutos para el mediodía de ayer. El hombre transitaba por la zona sur de la ciudad cuando en la radio de su Peugeot 505 le modularon que una pasajera habitual de la empresa (Fono Taxi) solicitaba un viaje en Castellanos al 5200, en el barrio Nuevo Mangrullo. Hacia allí fue el tachero confiado en ganarse algunos pesos más.
Roberto ingresó al barrio por calle Lamadrid y al llegar a Castellanos debía doblar, pero un bache lo hizo aminorar la velocidad a paso de hombre. Entonces, desde atrás de un árbol, aparecieron dos muchachos que le interceptaron el camino haciendo señas como para que se detuviera. "Al parecer, desconfió de la pinta de los pibes y presintió algo raro. Por eso decidió evadirlos y escapar", relató un vocero de la Unidad Regional II.
Un escape fallido Pero Paulucci no logró su cometido. "Le dispararon desde el costado, por la ventanilla. Una bala le impactó en el hemitórax izquierdo y quedó alojada en el abdomen", aseguró un vocero policial. Entonces, el taxista alcanzó a circular unos metros por Castellanos hacia al sur, hasta que se detuvo y pidió auxilio.
La misma testigo que presenció el ataque fue la que dio aviso al Comando Radioeléctrico y la que aportó no sólo datos para llegar a los agresores, quienes viven cerca del barrio donde ocurrió el episodio y son temidos por los vecinos del lugar, sino también sus apodos: Chino y Negro. Rápidamente algunos móviles llegaron a la zona y trasladaron al chofer hasta el Heca.
En tanto, con los datos aportados por la testigo, distintas patrullas salieron tras los agresores. Uno de ellos, el Chino, no perdió tiempo. Llegó a su casa, armó "un bolso con ropas como para aguantarse dos o tres meses" en el que también guardó el arma utilizada y llamó un remís trucho. Su objetivo era esconderse en la ciudad de San Lorenzo, donde presuntamente tiene parientes.
Con todos esos datos, la policía montó un operativo cerrojo que dio resultados en bulevar Avellaneda y Uriburu. Por allí pretendió salir el remís llevando al joven atacante como pasajero. El pibe, de 16 años, iba acompañado de su mamá y su hermana.
Un elemento que lo involucra con el caso es el revólver calibre 32 que el menor llevaba entre sus pertenencias. El arma será sometida a pericias para establecer si es la que se utilizó para balear a Paulucci. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Barrio Nuevo Mangrullo, el escenario del nuevo ataque. | | |