| sábado, 20 de marzo de 2004 | 2 a 1 en el Gabino Córdoba no tuvo fútbol y cayó sin atenuantes ante Tristán Suárez El equipo de Lito Isabella nuevamente desaprovechó de local la oportunidad de arrimarse a la punta delClausura de la B Rodolfo Parody / La Capital El grito de Armani luego de convertir el penal del empate fue el único instante de euforia de Central Córdoba que no duró más que un puñado de minutos. La ilusión, porque no era más que eso, se esfumó con el golpe de cabeza de Castro que puso nuevamente arriba a Tristán Suárez y que selló el definitivo 2 a 1. Que alargó la baja producción charrúa en condición de local donde sumó 3 puntos sobre 12 en el torneo Clausura. Y si se analiza el juego de ayer queda en claro que deberá encontrar rápido la fórmula para hacerse fuerte en casa. Siempre y cuando tenga la pretensión de seguir en los puestos de vanguardia.
Ni siquiera sirve la excusa de que la visita se metió atrás y era difícil incursionar en terreno ajeno. Tristán Suárez tuvo ambición y criterio para pisar fuerte en el medio, tocar y desmarcarse ante la desorientación de Central Córdoba que no la agarraba. Y cuando la recuperó, falló con sus creativos Garequita Pérez y Petrovelli, los demás fueron imprecisos y la terminó dividiendo con envíos aéreos para que Marinelli y Armani chocaran una y otra vez.
Entonces era lógico que Tristán Suárez se pusiera en ventaja. A nadie le llamó la atención que la habilitación de Abeledo culminara con el remate de gol de Funes. La visita aplicó el libreto a la perfección, no se refugió y tuvo actitud. Además de un seguro Anconetani que le sacó un tremendo cabezazo de Armani, al fin y al cabo la única situación concreta de los charrúas en la etapa inicial.
El empujón de Fernando Castro a Armani en el área apenas comenzado el segundo tiempo le devolvió la vida a Central Córdoba. Porque esa infracción que el casildense cambió por gol le alivianó el gran problema que tenía de llegar al arco contrario. Era la oportunidad que el equipo de Tablada reaccionara y fuera por la victoria para quedar a un punto del líder Atlanta.
Nada de eso ocurrió. Castro se enmendó del penal y de cabeza la cruzó junto al palo izquierdo de Cancelarich. Entonces Isabella apeló a otro recurso, lo sacó al irregular Petrovelli y lo metió a Quintana. Así Central Córdoba pasó a atacar con tres delanteros. Pero de nada sirvió. La perseverancia de Armani era demasiado poco para torcer el resultado.
Lo tuvo Silvio Díaz -ingresó por Marinelli- pero lo trabaron justo y también Armani, que le erró desde una posición inmejorable. Pero no eran más que jugadas generadas con empuje y fervor. Mientras que Tristán Suárez, con espacios, buscó desacelerar el ritmo y moverla con inteligencia.
La inoperancia de Central Córdoba en el Gabino Sosa lo condenó una vez más. No tuvo fútbol, ni juego y dejó escapar tres puntos vitales para sus ambiciones. La única ventaja es que todavía tiene tiempo para recuperarse. Pero tampoco debe confiarse. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Marinelli, Armani, Del Bono y Petrovelli son la cara de la desazón. | | |