Los enfrentamientos en la provincia autónoma serbia provocaron 28 muertos

La propuesta de un Kosovo multiétnico quedó sepultada por la reciente violencia

La Otán intervino en 1999 para evitar la expulsión de los albaneses. Luego la ONU se hizo cargo de la seguridad

Belgrado. - La idea de un Kosovo multiétnico, prioridad de la comunidad internacional, quedó enterrada por los enfrentamientos registrados desde el miércoles en la provincia serbia, administrada por las Naciones Unidas, lo que pone de manifiesto más que nunca la necesidad de abordar el problema desde un nuevo enfoque, consideraban ayer varios analistas en Belgrado.

Esta opinión coincide con la de casi toda la clase política, incluido el ministro serbio y montenegrino de Derechos Humanos, Rasim Ljajic, que ayer aseguró que esa idea estaba "definitivamente enterrada y pertenecía a los archivos". Los puntos de vista de Belgrado están en el polo opuesto de los del Consejo de Seguridad de la ONU, que reiteró que el objetivo de las Naciones Unidas seguía siendo una sociedad multiétnica.

Los últimos enfrentamientos entre serbios y albaneses desde que el pasado martes tres niños albanokosovares se ahogaran en Mitrovica al arrojarse al río Ibar, cuando escapaban de los perros de unos serbios que los perseguían, son una clara señal de alarma que demuestra hasta qué punto el conflicto permanece activo. La violencia, que provocó 28 muertos (el miércoles se había precisado que eran 31) y más de 500 heridos -según la ONU-, bloqueó por completo las negociaciones entre serbios y albaneses, que apenas acababan de reanudarse, hace cinco meses en Viena. Hasta entonces, las dos partes no habían vuelto a hablar directamente desde el fin del conflicto en junio de 1999.

"No hay ninguna condición, ni siquiera elemental, para proseguir el diálogo mientras continúen los conflictos", declaró ayer Dusan Janjic, quien dirige la ONG Foro para las Relaciones Interétnicas. Este analista acusa a la ONU de enviar a Kosovo una misión "apoyada en la ficción de palabras clave (sociedad multiétnica) y no en la realidad, una misión que excluye a la minoría serbia, que está amenazada".

"Los trágicos acontecimientos de estos últimos días demuestran que la política debe basarse en la realidad", consideró Janjic, que defendió una "reorganización institucional" en Kosovo. En la práctica, el experto piensa que serbios y albaneses están divididos en cuanto al hecho de estudiar la posibilidad de aplicar un nuevo modelo, "como en Bosnia o Chipre", para garantizar ante todo la seguridad.

Predrag Simic, analista y ex consejero del primer ministro serbio Vojislav Kostunica, consideró por su parte que la idea de un Kosovo multiétnico precisamente quedó "herida de muerte por el hecho de que la violencia se produjo en lugares teóricamente multiétnicos". Localidades como Prizren, en el suroeste de Kosovo, o algunas del centro de la provincia, "fueron objeto de una limpieza étnica y los serbios se mantuvieron únicamente allí donde son compactos, mayoritarios", dijo Simic.

Aunque manifiesta "una buena voluntad cooperativa en la búsqueda de una solución negociada", Belgrado asegura estar estudiando "otras medidas para ayudar a sus ciudadanos en el terreno", considera Janjic. Los responsables serbios rechazaron de plano la reivindicación independentista de la mayoría de los albaneses de Kosovo, que representan un 95% de los dos millones de habitantes. (AFP)