Argentinos en el espacio

"Adiós querida Luna" es una comedia ácida

Desde el vamos hacer una película en donde cuatro astronautas argentinos quieren destruir la Luna en el año 2068, y en contra de la comunidad científica internacional, suena como zarpado. Pero lo interesante es que esa estética es intencional en la propuesta de Spiner.

Gabriel Goity comanda una nave con dos coequipers muy particulares: una mujer muy extraña y extrovertida (Alejandra Flechner) y un hombre enamorado hasta el hartazgo de su mujer (Alejandro Urdapilleta). Distintos inconvenientes harán que se encuentren solos en el espacio, sin comunicación con la torre de control, por lo que tendrán que apechugar la tripulación solos, a riesgo de quedar yirando alrededor de la Luna durante todas sus vidas.

Esta suerte de encierro permitirá que todos puedan conocer los límites de cada uno, y poco a poco las miserias y virtudes irán aflorando. Y es en esa lucha por sobrevivir en un medio hostil donde se construye el nudo dramático de una historia que, con luces y sombras, logra trascender los límites de la ciencia ficción clásica.

La película es despareja, por momentos es muy graciosa pero también se torna un tanto extensa y sin una ilación argumental y dramática que atrape al espectador. Sólo cuatro actores aparecen en escena, y la irrupción de Fontova convierte a la trama más bizarra que lo previsible. Hay guiños argentinos, moralejas en contra del sistema y un final para la carcajada. Lo mejor pasa por la calidad del elenco y lo peor por los baches de la trama.