| miércoles, 24 de diciembre de 2003 | Indigestados bajo el sol En nuestro país anualmente mueren por diarrea aproximadamente 300 niños. Entre el 70 y 80% de estos casos mortales tienen que ver con contaminación de los alimentos.
Las altas temperaturas del verano aumentan las posibilidades de que se contaminen los alimentos con bacterias, ya que el calor facilita el desarrollo de los gérmenes. "Casi todos los alimentos, aun los elaborados y almacenados adecuadamente, pueden tener bacterias" señaló Omar Tabacco, pediatra gastroenterólogo y presidente de la Sociedad de Pediatría de Rosario.
Respetar la cadena de frío es la primera medida para evitar la contaminación, especialmente de los lácteos. "Un mal almacenamiento y la falta de higiene al manipular los alimentos son factores que favorecen la contaminación. Generalmente en esta época es frecuente comer fuera de casa y es difícil que los chicos tengan las manos limpias al ingerir los alimentos", explicó el médico.
Tabacco apuntó algunos consejos para aplicar en el hogar:
* Lavarse las manos con agua y jabón a la hora de preparar la comida y antes de comer.
* Cocinar bien los alimentos.
* Los lácteos se contaminan más fácilmente.
* Para niños menores de un año extremar los cuidados. Hervir el agua para la mamadera e higienizar bien los utensillos. Hervirlos una vez al día durante cinco minutos.
* Conservar la cadena de frío.
El pediatra también aconsejó comprobar que las heladeras de los lugares donde se hacen las compras estén en funcionamiento y verificar la fecha de vencimiento.
Comer fuera de casa es otra de las alternativas que plantea la época de vacaciones. Para evitar la contaminación no concurrir a lugares instalados inadecuadamente como por ejemplo los carritos donde se mantienen las mayonesas y salsas a temperatura ambiente.
En cuanto a las comidas al aire libre, en la playa o en el parque, Tabacco advirtió "tener cuidado con la mayonesa. Evitar ponerle a los sandwiches".
Cuando los niños desarrollan actividades al aire libre es importante ofrecerles agua, sobre todo si son menores de un año. De esta forma se evitarán los golpes de calor. Tabacco aclaró que "en el caso de la transpiración lo que se pierde es agua por eso no hace falta darles soluciones rehidratantes, basta con el agua", aclaró.
A los menores de un año habrá que cuidar que tengan siempre cubierta la cabeza. En ellos el cráneo representa el 30% de la superficie corporal.
Al desatarse un cuadro diarréico en un niño sano se puede resolver sin medicamentos. Se recomienda una consulta al pediatra y la familia deberá estar preparada para hidratar al pequeño. Al suministrarle líquidos el organismo podrá reponer el agua y las sales que pierde por la diarrea. enviar nota por e-mail | | |