El presidente interino Adolfo Rodríguez Saá anunció ayer que "el Estado suspenderá el pago de la deuda externa", que implementará una "tercera moneda", y que disminuirá los salarios de los funcionarios del Ejecutivo, y de entidades autárquicas y descentralizadas, de modo tal que "nadie gane más de 3 mil pesos".
En el marco del discurso pronunciado ante la Asamblea Legislativa luego de ser proclamado presidente interino, Rodríguez Saá informó que, "esta noche" (por anoche) comenzará a ser instrumentado un plan social "para crear 1 millón de empleos en la Argentina" y expresó que aspira a que "en un mes" sea "ampliado".
Además, adelantó que el gobierno pondrá en marcha un "plan de emergencia alimentaria en estrecha colaboración con cada una de las jurisdicciones provinciales" y, luego de ratificar la continuidad de la convertibilidad, aseguró que el país "no tolera más la evasión, el contrabando y la inequidad fiscal".
Por otro lado, afirmó que "todos los dineros previstos en el presupuesto para el pago de la deuda externa, durante la suspensión (dispuesta) serán usados sin excepción en los planes de creación de fuentes de trabajo y de progreso social" y que abrirá al Congreso "todos los expedientes y actos administrativos vinculados con la deuda externa argentina".
Luego de fustigar la devaluación y dolarización al calificarlas de "falsas opciones", Rodríguez Saá reafirmó la continuidad de la convertibilidad y anunció que, "frente a esta asfixiante opción", el gobierno propondrá "la implementación de la tercera moneda para dar liquidez al consumo popular".
En un discurso cargado de anuncios, Rodríguez Saá adelantó que fusionará los ministerios de Relaciones Exteriores y de Defensa, y que las carteras de Educación, Salud y Acción Social "serán reemplazados por áreas de coordinación en estrecha vinculación con las provincias".
En este marco, el presidente interino aseguró que "ningún trabajador de la administración pública perderá su empleo", aunque señaló que en ese concepto de "trabajador" quedaban excluidos "los aprovechados, a los que con lenguaje permisivo son llamados gasto político".
También reveló que enviará al Parlamento un proyecto de ley que disponga una disminución de los salarios de "funcionarios del Ejecutivo y de sus entidades autárquicas y descentralizadas", de manera tal que "nadie pueda ganar más que el presidente de la Nación, cuya remuneración será 3 mil pesos".
"Se congelarán todas las vacantes de la administración pública nacional, de la planta permanente, de contratados, de transitorios o cualquier tipo de subterfugio para contratar personal", aseveró.
Además, anunció que dispondrá "la venta de la totalidad del parque automotor asignado a funcionarios del Poder Ejecutivo, de todos los entes autárquicos y descentralizados" y expresó que, en el actual marco de emergencia, el gobierno venderá "el parque aeronáutico presidencial".
Por otro lado, indicó que, "en las próximas horas, enviará una ley al Congreso para indemnizar a todos aquellos que fueron víctimas" de los saqueos ocurridos durante esta última semana en todo el país, luego de expresar su repudio "a los saqueos, a los desmanes y a la violación de los derechos individuales".
Además, sostuvo que la suspensión del pago de la deuda externa -que fue anunciada sin plazo definido- "no significa el repudio de la deuda ni una actitud fundamentalista, sino que, muy por el contrario, se trata del primer acto del gobierno con carácter racional para darle a la deuda un tratamiento correcto".
Al iniciar su discurso frente a una Asamblea Legislativa que debatió casi doce horas con la bandera del recinto a media asta en homenaje a los 28 muertos en el marco de los hechos de violencia ocurridos la última semana, Rodríguez Saá rindió homenaje a esas víctimas.
"No puedo dejar de rendir un homenaje a los muertos", aseveró el presidente interino, quien sostuvo que, en los últimos días, Argentina "se vio enfrentada con su mejor rostro y con su peor cara", en la que incluyó al "vandalismo, al saqueo irracional, y a las muertes innecesarias".
Además, sostuvo que las muertes ocurridas en ese marco "serán bisagras" porque la ciudadanía no aceptará "nunca más" un gobierno "para beneficio de los que gobiernan", y anunció que, a partir de ahora, se abrirá una nueva etapa que tendrá como principio fundamentales "la libertad, la igualdad, la transparencia, el respeto a los derechos humanos y la austeridad".