El arquero Germán Burgos y el conductor Juan Sebastián Verón resultaron anoche las figuras más destacadas en el clásico rioplatense. Burgos: Sobresaliente bajo los tres palos. Sin dudas, está recuperando su mejor nivel, beneficiado por la continuidad en el Atlético Madrid. También se pude sentenciar que el arco argentino está bien cubierto para el próximo Mundial. Ayala: Al principio se mostró permeable y no logró contener los embates uruguayos. De todos modos, con el correr de los minutos fue afirmándose. Pochettino: Firme, sólido y confiable en su labor específica, pero anoche volvió a quedar demostrado que el seleccionado pierde alternativas cuando le falta Vivas. Samuel: Tuvo serios problemas con Silva. De todas maneras, después del gol celeste se fue recuperando y recobró un nivel correcto. Zanetti: Al principio adoleció de recursos para recuperar la pelota. Luego incrementó su performance con proyecciones interesantes. Almeyda: Empezó con falencias en la contención y la distribución, hasta superarse y redondear un aceptable desempeño. Sorín: Cada partido exhibe virtudes de futbolista completo, especialmente cuando se lanza al ataque y lastima por su lateral. Verón: Desde los 25 hasta el final, su rendimiento fue superlativo. Es que mostró todo su esplendor, exquisitez, y porqué es uno de los mejores jugadores del mundo. Aimar: Voluntarioso para mostrarse y serle útil al equipo. Pero, impreciso e improductivo. Ortega: Muy flojo e intrascendente. Fue reemplazado por Cruz durante el entretiempo. C. López: En el primer tiempo fue el acompañante ideal de Verón. Por eso, no fue sorpresivo que marcara. En el complemento se lo aprovechó menos. Cruz: Se desmarcó y apareció con peligro en el área oriental, pero le llegó poco la pelota y quedó aislado de sus compañeros.
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