Nueva York. - Las declaraciones de un "arrepentido" de la Jihad que posee informaciones "frescas" sobre el saudita Osama Bin Laden, el sospechoso número uno según Estados Unidos de los atentados del martes 11 de setiembre contra ese país, guiarán el accionar de la represalia norteamericana contra Afganistán.
El testigo está deponiendo en estos días, en el máximo secreto, en Estados Unidos, y sus dichos guiarán las acciones de los grupos especiales de George W. Bush cuando éstos entren en acción para atacar las bases de Al-Qaeda en Afganistán. El "arrepentido" se llama Ahmed Ressam y es un argelino que el 23 de junio último firmó un contrato de colaboración con la justicia norteamericana.
Ressam conoce muy bien los campos de adiestramiento de Al-Qaeda y a sus jefes, porque vivió allí un año entre 1998 y 1999, antes de partir para Canadá con un objetivo: entrar en Estados Unidos y hacer una matanza en al aeropuerto de Los Angeles. Fue detenido antes de lograrlo y ahora se decidió a colaborar, para tratar de acortar la condena que se le aplicó de 130 años de cárcel.
Inmediatamente después del ataque del 11 de septiembre, el FBI interrogó a fondo a Ressam, de 34 años, pues sus informaciones son preciosas para los ataques norteamericanos en Afganistán. En las palabras de aquellas declaraciones se describen con abundantes detalles los refugios de Al-Qaeda sobre los que se centrará la venganza norteamericana. "He sido adiestrado inicialmente en el campo de Khalden", contó Ressam.
Además agregó que se adiestraban "en el uso de armas livianas, ametralladoras e incluso pequeños lanzacohetes los RPG. Las armas y las municiones las proporcionaban los talibanes". Las "especialidades" practicadas en los campos de Al-Qaeda son variadas. "Me enseñaron el uso de todos los explosivos, desde el TNT al C4, y técnicas de sabotaje, como destruir la infraestructura de un país, afectar sus instalaciones eléctricas, las reservas energéticas, etc." (Ansa)