Jerusalén. - El primer ministro israelí Ariel Sharon prohibió a su ministro de Exteriores, Shimon Peres, reunirse con el líder palestino Yasser Arafat. Sharon canceló, de esta manera, las conversaciones de cese el fuego con los palestinos, pese a la presión internacional para aliviar las tensiones de un año de conflicto en Medio Oriente. Luego de esta medida, Peres pidió a sus colegas laboristas en el Consejo de Ministros abandonar el gobierno de unidad nacional.
En la reunión de ministros laboristas, Peres expresó su deseo de "salir de vacaciones", en lo que parece una respuesta a las repetidas negativas de Sharon de tratar de frenar la violencia y reanudar el diálogo con los palestinos. Sus siete colegas laboristas convencieron a Peres de que no abandone su cargo y le pidieron esperar hasta celebrar una reunión con el primer ministro, que solicitaron tener antes de la reunión que hoy, que llevará a cabo el Consejo de Ministros.
La entrevista entre Peres y Arafat estaba prevista en principio para ayer, pero fue cancelada por Sharon quien, respaldado por el ala derechista de su coalición, exigió que la ANP mantenga antes una tregua absoluta durante 48 horas y entregue al militante palestino Hatem Abayad, sospechoso del asesinato de una colona judía la semana pasada.
Desde Washington, el Secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, expresó que Sharon está dispuesto a reprogramar las conversaciones con los palestinos y que Estados Unidos espera que la reunión se lleve a cabo en un futuro cercano. Powell afirmó que había conversado con Sharon y que el primer ministro, "me confirmó que está interesado en sostener conversaciones", pese a la decisión de cancelar la reunión entre Peres y Arafat tras reanudarse los actos de violencia durante la madrugada.
"Sharon aún está comprometido con esas conversaciones y espero que se lleven a cabo en un futuro cercano", afirmó Powell. El jefe de la diplomacia estadounidense exhortó a israelíes y palestinos a tomar medidas para contener la violencia, a pesar de que el número de incidentes ha disminuido ligeramente en los últimos días.
Otro revés para Peres
La decisión de Sharon es otro revés para el moderado Peres, cuyos planes de reunirse con Arafat a fin de concretar un plan de tregua auspiciado por Estados Unidos han sido vetados repetidamente por el líder derechista del gobierno de unidad nacional de Israel.
"Yasser Arafat no aprobó el examen de combatir el terrorismo", expresó el portavoz de Sharon, Raanan Gissin. Como ejemplo, funcionarios israelíes citaron un ataque con morteros perpetrado el sábado contra un asentamiento judío en Gaza y lo que consideran incumplimiento de las autoridades palestinas de detener a un hombre buscado por Israel como sospechoso de participar, la semana pasada, en el asesinato de un colono de Cisjordania.
El funcionario del departamento de seguridad palestina en Cisjordania, Jibril Rajoub, aseguró que el sospechoso ya fue detenido y se encuentra bajo interrogatorio. Pero los nuevos ataques dieron argumentos a los miembros derechistas de la coalición de gobierno de Sharon para presionarlo a cancelar las conversaciones.
En una entrevista concedida el viernes a la cadena de televisión estadounidense CNN, Sharon calificó a Arafat de terrorista. El premier israelí ha pedido 48 horas de tranquilidad como condición para la reunión con Arafat y conversar sobre una tregua.
El ministro de Información palestino, Yasser Abed Rabbo, reaccionó con indignación al conocer la noticia de la cancelación a último minuto. "Esto es una pandilla y no un gobierno responsable", afirmó Abed Rabbo. "Si la próxima vez Peres pide una reunión, entonces le preguntaremos: ¿A quién representa usted? Esto demuestra que Peres no puede confiar en ninguna promesa o acuerdo que hacen los israelíes", agregó. (Reuters y DPA)