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 sábado, 27 de octubre de 2007  
Constatan que una planta avícola no es la que causa malos olores

Capitán Bermúdez.— Una inspección conjunta de la Municipalidad y la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia a una planta avícola determinó que la firma no era responsable del humo y el olor nauseabundo que molesta al vecindario.

   Si bien el municipio citó a los titulares de Avícola San Cayetano al Tribunal de Faltas y el propio secretario de Salud, Manuel Smerling, responsabilizó a la firma, la constatación determinó lo contrario.

   “Los dueños del establecimiento ven una persecución política en todo esto”, afirmó el responsable de la planta, Alberto Braganini, quien remarcó que “el mal olor existe, pero no somos nosotros. No entiendo por qué la Municipalidad no sigue con los operativos y castiga a los verdaderos responsables de esta molestia”.



En toda la ciudad. La zona norte de la ciudad viene sufriendo molestias por que se llegaron a percibieron en casi todo el ejido urbano.

   En ese sector además del mencionado establecimiento avícola existe una arenera, una fábrica de galletitas y una secadora de sangre.

   Desde un primer momento la Municipalidad apuntó hacia la faena de pollos y llamó a sus dueños al Tribunal de Faltas. “Nos citaron por el humo y el mal olor y nos dijeron que teníamos que pagar una multa por una zanja”, dijo Braganini.



Duro cruce. Sin embargo, los desencuentros del empresario con el municipio no terminaron allí. “El sábado nuestra planta estaba parada y el olor era insoportable”, recordó Braganini, quien aseguró que “fuimos a la Municipalidad y le dije al intendente Fabián Varela que era el momento de comprobar que el olor no era de nuestra planta, y me contestó que él iba a ir cuando quisiera y que va a sumariar al personal que nos dejó entrar”.

   El acta elaborada en la inspección sostiene que “el proceso de faena de aves, en cuanto a higiene y limpieza, es satisfactorio”, y asegura: “No se perciben olores, más allá de la emisión normal de un frigorífico”. El establecimiento emplea a unas 80 personas y su actividad se desarrolla desde hace casi 40 años.

   Más allá de este episodio, el problema subsiste y el mal olor proveniente sigue siendo un problema que causa muchas molestias a la gente. l
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