Nuevo incidente con Uruguay en una protesta contra Botnia

La jornada de repudio de ayer contra la instalación de la papelera Botnia en Fray Bentos por parte de asambleístas entrerrianos y porteños estuvo a punto de agravar la tirante relación entre Argentina y Uruguay.

   Eso hubiese ocurrido si dos embarcaciones de la Prefectura Naval del vecino país hubiesen tenido éxito en su intento por desviar hacia su jurisdicción el barco que encabezó la protesta náutica frente a las costas de Gualeguaychú.

   Los guardacostas orientales le salieron al cruce a la nave entrerriana, que lucía una bandera mitad pirata y mitad finlandesa, pero desistieron en su cometido ante la intervención de guardacostas argentinos. Durante el episodio un prefecto uruguayo cayó al agua en medio de confusión y nerviosismo.

   La protesta de ayer, “en repudio al apoyo de la Unión Europea (UE) a Botnia”, incluyó un cacerolazo en el puente internacional General San Martín (cortado desde noviembre último), la referida “marcha náutica” y un escrache frente a las oficinas porteñas de la UE.

   Los actos fueron simultáneos. En Gualeguaychú se leyó una proclama para advertirles a empresarios y gobiernos europeos que organicen “la retirada de proyectos como el de Botnia” pues Entre Ríos “jamás le otorgará la licencia social emprendimientos contaminantes”.

   “Vemos con claridad que ustedes buscan sacarse de encima los efectos negativos que genera la carrera industrial y de consumo, producto de sus necesidades suntuosas”, asevera la asamblea en el documento. También sostiene: “Así como sabemos que el Primer Mundo y corporaciones multinacionales pretenden venir aquí a apropiarse de las riquezas naturales que produce esta zona, generando un verdadero saqueo y dejando una grave contaminación, también sabemos que eso no lo podrían llevar a cabo sin la complicidad de nuestros gobernantes, que se debaten en la maraña de los compromisos adquiridos por ellos mismos y por sus antecesores”.



De piratas. La “marcha náutica” fue anunciada hace más de una semana, pero ya antenoche se preveía que en Uruguay estarían pendientes de los movimientos de las embarcaciones. Ocurre que Botnia se dispone a iniciar su producción de pasta de celulosa en la megaplanta de Fray Bentos (sólo resta una autorización de Tabaré Vázquez) y, paralelamente, los vecinos de Gualeguaychú preparan una batería de medidas en procura de detener o, al menos, complicar la operatividad de Botnia.

   El barco insignia de la protesta (“Pampero”, de 10 metros eslora por 3 de manga, propiedad de un vecino de Gualeguaychú) fue seguido por unos 20 motonautas. La marcha llegó hasta el límite argentino del río. Fue en ese punto cuando los guardacostas orientales procuraron hacer ingresar al “Pampero” a sus aguas jurisdiccionales con la evidente intención de capturarlo. La rápida acción de lanchas de la Prefectura argentina desalentaron la maniobra.

   En tanto, asambleístas porteños, acompañados por una delegación de Gualeguaychú y otra de los departamentos uruguayos de Soriano y Colonia, realizaron una protesta frente a las oficinas porteñas de la UE, tras lo cual dieron una “charla informativa” en la plaza de los Dos Congresos.

   “Escrachamos a la UE porque anunció que desembarcaba en Fray Bentos para rubricar los intereses de inversiones en Botnia”, explicó Daniel Pérez Molemberg, de la Asamblea de Gualeguaychú. Luego remarcó que “los ciudadanos uruguayos vinieron desde Nueva Palmira, Tararira, Agraciada y Melo para defender el Uruguay natural”, y subrayó que “están despertándose y se oponen a la contaminación ambiental transfronteriza”. l