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 domingo, 07 de octubre de 2007  
Cayó el papá de la nena violada y asesinada
Lo reconoció una policía a cinco cuadras de donde lo buscaron. Ofreció enérgica resistencia

A sólo cinco cuadras de la zona donde la policía lo buscó intensamente desde el martes, Diego Martín Blanco fue detenido ayer a la noche a partir de un encuentro casual con una empleada policial que lo reconoció en la calle. El hombre de 29 años quedó finalmente acusado del homicidio y violación de su hija Camila, de 10 años, quien apareció muerta y con marcas de una golpiza el martes a la tarde en una tosquera del Bosque de los Constituyentes. Con señales de haber estado deambulando, el sospechoso ofreció fuerte resistencia a su detención hasta que dos efectivos de la Patrulla Urbana lo redujeron a unos 50 metros de su azaroso tropiezo con una integrante de la fuerza.

Tan cerca. Por el lugar donde fue apresado, a las 20.30 de ayer, Blanco estuvo a pasos de la zona donde la policía lo rastreó a lo largo de cuatro días. Lo encontraron caminando por Washington y Casiano Casas, a cinco cuadras del extremo sudeste del Bosque de Los Constituyentes y del Puente Negro sobre el arroyo Ludueña.

El comisario inspector Jorge Wollschlejel indicó que una suboficial que trabaja en la subcomisaría 24ª y que vive en el barrio Parque Casas, se encontraba en su franco caminando por la zona cuando se cruzó con Blanco, a quien reconoció. Intentó detenerlo, pero Blanco “ofreció una feroz resistencia a patadas y golpes de puño” en la que resultó lesionada.

La suboficial se comunicó por celular con la comisaría 10ª, que a su vez pidió refuerzos a la Patrulla Urbana. Al lugar acudió el móvil 2152 de esa tropa de calle con dos efectivos. Cerca del cruce de Casiano Casas y Netri, lo apresaron tras un forcejeo intenso en el que también ellos sufrieron lesiones.

Tras ser reducido se acercaron vecinos enfurecidos dispuestos a hacer justicia por mano propia, quienes alcanzaron a golpearlo pero “fueron disuadidos por uniformados del Comando Radioeléctrico” y de la comisaría 10ª que se acercaron al lugar.

“Soy inocente”. En ese momento Blanco se provocó un corte en el cuello con una faca al grito de “soy inocente”. Primero fue derivado a la comisaría 10ª pero debieron trasladarlo de allí por la presión de unos 70 vecinos que querían lincharlo. Anoche era asistido en el Heca por la lesión en el cuello.

Luego, quedaría alojado en un pabellón de acusados de delitos sexuales de la alcaidía de la Jefatura de policía, a disposición del juez de Instrucción Jorge Eldo Juárez. “Estaba lúcido aunque con un estado de descuido, como si hubiera estado deambulando”, dijo un oficial. No obstante, la policía no descartaba que Blanco haya estado aguantándose en alguna vivienda de la zona. “Resistió con todo lo que tenía a mano: golpes de puño, patadas y piedras. La refriega duró unos cinco minutos y hubo que sacarlo de allí para evitar las consecuencias del clamor público”, indicó Wollschlejel.

El principio. A las 20 del domingo pasado, Blanco había ido a buscar a su hija Camila, de 10 años, a la casa del mismo barrio donde la nena vivía con su mamá. El ex convicto, a quien en el barrio conocen como Lagarto, tenía una buena relación con su ex mujer y su hija, a quien solía buscar los fines de semana y llevar a la escuela. Una hora y media más tarde llegó alterado a su casa de Rauch al 1300 (a media cuadra de donde fue localizado ayer) e intentó ahorcarse. “Lo que hice no tiene perdón de Dios”, le dijo a su hermano Juan, quien evitó que se matara. A la mañana siguiente se fue y no volvieron a verlo.

El lunes a mediodía la madre de Camila fue a buscarla a la casa de la abuela paterna para llevarla a la escuela y descubrió que la nena nunca había llegado allí. El cuerpo fue hallado el martes y se detectó que había sido violada y estrangulada.

Entonces comenzó la búsqueda de Lagarto. Con el correr de las horas la policía hizo a un lado la hipótesis del suicidio. Sobre todo, luego de que dos perros localizaran su rastro en el corazón del bosque. “Se ve que se movía de noche”, aventuró un investigador. Hasta anoche no había sido interrogado ni revisado por el médico forense. Será indagado esta semana por los delitos de violación y homicidio calificados.
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Diego Blanco quedó acusado del abuso sexual seguido de muerte de su hija de 10 años.


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