Y siga el baile...

¡No tenemos paz! A pesar de estar cansados debemos seguir en el baile. Nos fuerzan a pasar penurias cuando unos pocos disfrutan lo rapiñado. Nos hacemos preguntas peligrosas. ¿El productor que sembró tomate lo tenía guardado y lo vendió a 9 pesos? Lo mismo con la papa y casi todas las hortalizas y frutas. ¿Quién se llevó la mejor tajada? Seguramente no fue aquel que trabajó, dobló la espalda, invirtió y cosechó. Fue aquel especulador que compró barato, vendió carísimo e hizo utilidades siderales. Hoy lo vemos con la soja. Se organizan "pool de siembras" donde cualquier neófito pone un dinero para sembrar esa oleaginosa. Se alquilan campos, se los envenena con agroquímicos a fin de obtener más producción, se desertifica ese predio y luego se van. Que otro disfrute y siembre los billetes. Los peores enemigos del país son los propios ciudadanos. Nada importa más que poder ostentar más dinero. Comprar cosas de marca y lucirlas. Habitar en zonas que no les gusta, pero dan estatus. Mientras tanto, millones sufren por su culpa.

Juan R. Bell