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 domingo, 30 de septiembre de 2007  
Los anuncios de 15 obras que no hicieron o van muy lentas
Hay desde ejecuciones menores hasta grandes emprendimientos de infraestructura

Eugenia Langone / La Capital

Un servicio de tren de tres horas a Buenos Aires y una autopista que permite llegar cómodamente a la capital mediterránea, además del tranvía en la costa central y una flota de trolebuses. Varios estacionamientos subterráneos y, en materia de entretenimientos, un complejo de canchas de tenis para torneos de nivel nacional e internacional, aparte de un renovado autódromo. Una miniciudad portuaria y ambiciosos emprendimientos inmobiliarios. Así sería Rosario si los sucesivos gobiernos nacionales, provinciales y municipales, y también algunos emprendedores privados, hubieran concretado los anuncios que alguna vez lanzaron con bombos y platillos.

   Se trata de más de una decena de obras, algunas de las cuales cayeron en el olvido; y otras, si bien están en marcha, llevan años de demora entr los vericuetos de la burocracia.

   Aunque en algunos casos fueron proyectos menores que se archivaron a poco de ser anunciados, no faltan los que representan obras de infraestructura fundamentales para la región.

   Ese es el caso de la autopista a Córdoba, que la gente la espera desde hace más de 30 años. El plan tuvo idas y vueltas, y hubo más demoras que avances. En 2005, el gobierno nacional anunció la adjudicación de todos los tramos de la traza y el ministro de Obras Públicas de la provincia, Alberto Hammerly, anunció que la megaobra estaría terminada para 2007. Claro que el año ya casi llega al último trimestre y la carretera no se terminó: ahora habrá que esperar hasta el segundo semestre de 2009.



Colectivos y tranvías. Si de transporte se trata, a los colectivos articulados y con aire acondicionado soñados por Hermes Binner cuando era intendente, se siguieron sumando intentos fallidos. Hace ya varios años, la concesionaria Trenes de Buenos Aires (TBA) propuso un servicio diferencial a Retiro en tres horas, con 9 locomotoras y 65 coches. El proyecto se pondrá en marcha en estos días, pero el viaje durará el doble, seis horas, y lo realizarán tres coches.

   Esto sin contar la promesa de los tranvías suizos que llegarían “de regalo” y se iban a instalar en una línea que recorrería la costa central de la ciudad. Una iniciativa que incluso trajo a Rosario a ingenieros de la empresa de transporte de Berna quienes realizaron mediciones en terreno y evaluaron el estado de las vías.

   En febrero de este año, el anuncio de una nueva red troncal de trolebuses, que atravesaría la ciudad de norte a sur, volvió a encender algunas esperanzas. Es más, al igual que con los tranvías suizos, los 70 coches para ponerla en funcionamiento llegarían desde Vancouver, Canadá, sin cargo. Hasta ahora, el proyecto no pasó del anuncio.

   Con ese destino, la licitación del llamado tren bala que unirá Rosario, Buenos Aires y Córdoba y que costará 1.350 millones de dólares suena más a irrealidad que a futuro concreto.



Nunca vistos. Otros anuncios, en cambio, parecen haber sido archivados tan rápido como aparecieron. O luego de varios intentos de sacarlos adelante fueron abandonados.

   La renovación del autódromo, que ahora quedó enclavado en medio de un área de barrios residenciales, parece ser uno de los casos. En marzo del año pasado, se intentó licitarlo y, aunque hubo dos prórrogas, no se presentaron oferentes. El anuncio incluía una inversión de más de cinco millones de pesos, con obras de insonorizacion, repavimentación y extensión de la pista, nuevos boxes, adecuación de la torre de control y un área gastronómica. Ahora, barajaron de nuevo y proponen trasladarlo fuera de la ciudad.

   La apertura del pasaje Tarrico, junto al edificio del Concejo Municipal, que fue dada a conocer en octubre de 2006 para los festejos del 50º aniversario del Monumento a la Bandera (en junio de este año) también quedó, al menos por ahora, en los archivos, al igual que la recuperación de la costa sur de la ciudad y del tradicional balneario Los Angeles, que conoció su esplendor en los años 50.

   Si de terrenos costeros se trata, el traslado de la Zona Franca de Bolivia y la reconversión de su actual espacio en una miniciudad desde la Estación Fluvial hasta Pellegrini ya tiene varios años de negociaciones y nada concreto.

   Y algunas inversiones inmobiliarias en la zona que prometían terminar con dos monumentos al pozo también quedaron en la nada. En esa lista estaba el complejo de viviendas Construfé (Mendoza al 200) que luego de dos décadas de abandono fue comprado en diciembre de 2004 por una empresa local que anunció terminar la torre a medio levantar.

   Enfrente, en los viejos terrenos de la Yerbatera Martin, donde Coto pretendía construir un supermercado, se lanzó tiempo después un emprendimiento que incluía hotel, comercios y torres de vivienda aprobados por el Concejo Municipal. Por el momento, sigue habiendo un pozo abandonado.
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