Juzgan a ex sargento diez años después por gatillo fácil

Escapó al saber que quedaría preso. Estuvo seis años prófugo y por él se ofreció recompensa. Le imputan matar a un chico de 20 años por suponer que le había robado un auto a su hijo

Un ex policía bonaerense que estuvo casi seis años prófugo y fue detenido luego de que se ofreciera una recompensa para poder localizarlo comenzó a ser juzgado ayer por un tribunal oral por el crimen de un muchacho de 20 años. Se trata de un caso de gatillo fácil ocurrido en Escobar en 1997.

El acusado es el ex sargento Ramón Medina, de 53 años, procesado por el homicidio calificado de Pablo Daniel Martinoli, delito por el que el imputado podría ser condenado a prisión perpetua. Este ex suboficial fue exonerado de la policía. Las audiencias se iniciaron ayer en la Cámara de Apelaciones de Zárate-Campana ante un tribunal integrado por los jueces Darío Porta, Daniel Ropolo y Angeles Andreini.



Persecución. Se refiere a lo ocurrido el 9 de abril de 1997, en un descampado de Escobar, adonde Martinoli había llegado junto a su amigo Jorge Alejandro Malvido tras una larga persecución en coche. Detrás iban Medina, por entonces policía en actividad de la bonaerense, y su hijo.

   Todo había comenzado ese día a la tarde cuando Pablo y su amigo llegaron a la localidad de Otamendi —partido de Campana—, hablaron con Medina hijo y se llevaron su Fiat Duna blanco. Según declaró luego el propio acusado, él persiguió a Martinoli porque creía que era uno de los asaltantes que poco antes le habían robado el auto a su hijo. Medina indicó que, en ese momento, Martinoli lo amenazó a él y a Pablo con un arma, por lo que sacó su pistola reglamentaria para defenderse.



A quemarropa. Sin embargo, de acuerdo a la investigación judicial, Martinoli bajó del vehículo, corrió por el kilómetro 52 de la Panamericana y luego por avenida Los Inmigrantes donde recibió un disparo en el glúteo y otro en la cabeza. Cayó muerto en el lugar. Tras ello, el sargento Medina fue detenido por orden del juez Rodolfo Boero Mansilla ante quien admitió que disparó pero que lo hizo en defensa propia ya que hubo fuego cruzado.

   Nueve días después del crimen, el mismo juez ordenó la excarcelación de Medina al beneficiarlo con la falta de mérito ya que consideró que el ex sargento había hecho uso de la “legítima defensa”, aunque la familia de Martinoli sostuvo que el muchacho asesinado no llevaba armas y no era el supuesto maleante que el policía buscaba.

   Luego, hubo varios cambios de jueces hasta que el expediente recayó en el juzgado de Raquel Slotolow. La magistrada ordenó realizar una segunda autopsia ya que el abogado de la familia de la víctima, Adolfo Tournier, cuestionó la primera. El letrado indicó que la primera necropsia señalaba que Martinoli recibió el balazo mortal en la parte posterior del cráneo, es decir cuando estaba de espalda a su agresor, lo que coincidía con el relato de Medina.



Cara a cara. Sin embargo, la segunda determinó que Martinoli recibió el disparo mortal en la frente, cuando estaba cara a cara con el tirador. En base a estas pericias, la jueza Slotolow ordenó en julio de 2000 la prisión preventiva de Medina quien, al conocer la resolución, se escapó. Mientras estuvo prófugo, Medina fue echado de la policía y a principios de 2006 el ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian, ofreció 50 mil pesos de recompensa para quienes aportaran datos que permitieran localizar al acusado.

   Finalmente, el 2 de febrero de ese año, Medina fue detenido en la Villa 31, en el barrio porteño de Retiro. Ante la jueza Slotolow, el ex policía aseguró que nunca vio de frente a Martinoli. Sin embargo, el abogado querellante sostuvo que Martinoli primero recibió un tiro en el glúteo que lo hizo caer y, una vez en el piso, el ex suboficial lo remató de un tiro en la frente.

Pablo Martinoli, asesinado el 9 de abril de 1997 en la ruta 9.