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 domingo, 22 de abril de 2007  
Una fábrica para chistosos en la Isla de los Inventos

Belén Travesaro / La Capital

¿Quién no tiró alguna vez una bombita de olor o fue víctima de su aroma a podrido? Una de las joditas más clásicas que han hecho los adultos cuando eran chicos en el colegio y que sigue vigente al igual que otros chascos, a pesar de que el mundo está cada vez más dependiente de la tecnología. Así quedó demostrado ayer en La Isla de los Inventos (Corrientes y Wheelwright) con el taller de creación de vendas para los dedos (saltarinas y otras que tiran agua), aparte del "famoso" sobre explosivo. Una propuesta de la Feria del Humor, que hoy llega a su fin, para despertar la imaginación de los más chicos muchas veces dormida por el abuso en la utilización de la computadora y la televisión.

Rosario Pinasco, de 9 años y peinada con dos colitas, participó de la Fábrica de Chascos acompañada por su tía Marcela Luna, quien vive en Buenos Aires y estaba de visita en la ciudad. "Mañana voy a sorprender a mi primo Kevin con el dedo que tira agua", dijo. "Voy al colegio Maristas y los del Sagrado Corazón nos pelean tirándonos huevos y bombitas de olor", agregó.

La pequeña, vestida en tono celeste, eligió este sector entre varias opciones que ofrece La Isla, donde se le enseñó paso a paso cómo realizar bromas "inofensivas y que pueden construir ellos mismos en sus hogares", explicaron las coordinadoras de la propuesta, Guillermina Aguilera y Virginia Gómez Had.

A Jeremías Olivero, de Villa Gesell, también le atrajo este espacio y aprendió trucos para asustar a su amigo Iván. Su abuelo, Juan Carlos Patané, a quien estaba visitando, comentó: "En mi época comprábamos en la casa de los chascos, de Maipú y Córdoba. Me acuerdo que vendían un frasco de perfume con una sustancia desagradable que cuando se le sacaba la tapa tiraba un chorro".


La casa de los chascos
En el quiosco de Maipú y Córdoba se siguen vendiendo chascos Su dueño actual Oscar Lamberti ofrece bombitas de olor explosivos para cigarrillo caramelos picantes arañas y cucarachas de juguete chicles que dan electricidad y pica-pica entre otras curiosidades

"Nos compran chicos y grandes, y muchas veces para usar en despedidas de soltero o casamientos", comentó Lamberti.
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