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 domingo, 04 de febrero de 2007  
Se prendió fuego parte de una iglesia
El incendio se desató ayer en un galpón de la zona suroeste. Ocasionó pérdidas materiales

Un anexo de una iglesia evangélica situado en la zona suroeste de Rosario se prendió fuego ayer a la madrugada y alarmó a los vecinos de Quintana y Larrea. Policías del Comando Radioeléctrico rescataron del interior al cuidador del lugar y luego tuvieron que ser asistidos por el Sistema Integrado de Emergencia Sanitaria (Sies) debido a un principio de asfixia. Los Bomberos Zapadores también participaron del operativo: apagaron el incendio y evitaron su propagación. Vecinos y creyentes lamentan la pérdida.

Las llamas comenzaron a comerse el anexo, un galpón de quince metros por diez metros, cerca de las 3. La gente del barrio observó lo que pasaba y pidió ayuda. En pocos minutos arribaron dos policías del Comando Radioeléctrico y salvaron a Emilio Blanco, de 60 años y a cargo de proteger el lugar, quien se hallaba adormecido por la inhalación de monóxido de carbono.

Una vez que sacaron a Blanco de las llamas, los policías requirieron oxígeno para recomponerse. Y necesitaron un móvil de la comisaría 19ª para el traslado de Blanco, quien fue derivado al hospital Clemente Alvarez donde logró recuperarse, según fuentes policiales. Además llamaron a los bomberos, que en 40 minutos consiguieron apagar el fuego y lograron que no se expandiera hasta una carpa que se halla al lado del anexo.

Cuando La Capital arribó al sitio ayer a la tarde, pudo observar que el fuego arrasó con todo lo que había en el galpón. Quemó sillas, muebles, instrumentos musicales y parlantes que se encontraban en el anexo Roca de la iglesia Asamblea de Dios ubicada en Corrientes y Uriburu. Este espacio se venía utilizando como depósito, y las reuniones las realizan en una carpa pegada al anexo y que zafó del fuego.


Limpiar y ordenar
Allí se encontraban vecinos y creyentes limpiando el lugar e intentando ordenar el desastre que había dejado el fuego Alberto Algabe de 43 años y quien trabaja en un negocio de bicicletas con todas las manos negras contó que no saben el origen de las llamas

Mientras que Pablo Aguirre, de 30 años y transportista, dijo que Emilio (Blanco) "es un hermano de la iglesia que protege el sitio durante la noche. Está entre las 23 y las 6, y no se mueve de ahí".

Gracias al accionar rápido de la policía y de los bomberos, el incendio no dejó víctimas fatales y no arrasó con la carpa donde realizan las actividades religiosas, ni las propiedades vecinas. Un incendio que si bien ocasionó pérdidas materiales, podría haber sido una tragedia.
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El anexo del culto evangélico en Quintana y Larrea alarmó a los vecinos del suroeste cerca de las 3 de la madrugada de ayer.

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