Televisión basura y embrutecimiento

El gran hermano embrutece. Es cierto. También es cierto que se consume con el convencimiento que es lo mejor y si no lo ves, no estás en onda. Asistimos impávidos a un tiempo de “homo videns” teledirigidos. Se culpa a la televisión -medio utilizado por una minoría para seducir a la mayoría- mientras el Estado mira la obra de destrucción social como un espectador más. El hermano más grande era el que hacía de nexo y nos relataba sus primeras experiencias en un espacio que con el tiempo nos tocaría caminar. Hoy es estar encerrado, con cámaras, produciendo rencillas, odios, camarillas, nominaciones para que se vayan, hablar mal del otro, sin reconocer a los otros. Tinelli comió en cámara con la boca abierta, se rió de los padres, los abuelos, los tíos, los maridos, las esposas, los hijos y de todos cuanto pudo. Ganó mucho dinero y es un grande de la TV basura. Me quedo con las figuritas, el yo-yo, el trompo, el fútbol y los amigos de la esquina.

Edgardo Bozikovic, DNI 11.700.543

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