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 domingo, 14 de enero de 2007  
Salvaje asesinato de un barrendero
Lo apuñalaron cuando iba a trabajar y le robaron la bicicleta. Hubo dos detenidos

Leo Graciarena / La Capital

Hay lugares de la ciudad donde la vida parece devaluada. Lima y Garay, en los confines de villa La Boca con Avellaneda Oeste, es uno de esos lugares. Por allí, minutos antes de las 6 de la mañana de ayer, a Justino Pereyra, de 66 años, le clavaron dos puntazos en el pecho con una faca -uno en el costado derecho y el otro en el esternón- para robarle su bicicleta. Pereyra murió desangrado a metros del destacamento policial ubicado en la esquina, donde debe haber un uniformado las 24 horas, pero que en ese momento no estaba en su puesto.

"Mi papá murió desangrado porque en la garita no había nadie y ningún vecino se molestó en llamar a una ambulancia. A lo mejor si lo hubieran auxiliado se habría salvado", contó con amargura Mercedes, hija de la víctima.

Dos puntazos en el pecho por una bicicleta con poco poder de reventa. Esa parecía ser la cotización de la vida ayer al amanecer en las inmediaciones de Lima y Garay. Justino Pereyra iba a trabajar como barrendero en la empresa Lime. Había salido de su casa ubicada en Uruguay entre Magallanes y Solís pasadas las 5.30 y debía llegar a Iriondo al 2900. Iba vestido con su uniforme de trabajo color naranja. Según sus familiares, siempre hacía el mismo camino, más ahora que bulevar Seguí está en reparación.


Día sin fortuna
Siempre pasaba por ahí y no tenía problemas Sólo en agosto pasado lo quisieron robar y lo tumbaron de la bicicleta Pero él se levantó y les dijo a los pibes Quieren la bici vengan a buscarla Y los choros se fueron Quebrada por el dolor Audelina Pérez de 58 años contaba la historia de Justino su marido Pero ayer la suerte no fue la misma

Según fuentes policiales consultadas, Pereyra fue atacado por tres hombres -dos menores y un mayor- a poco de cruzar la vía. Nadie puede precisar si se resistió o no. Al hombre le hundieron dos veces en su pecho una faca de doble filo y a la altura de Lima cayó herido de muerte. Los ladrones huyeron con el botín: una bicicleta.

"A mi papá lo auxilió un compañero que lo reconoció por la ropa. Estuvo tirado una hora y ningún vecino lo ayudó ni llamó a una ambulancia. Se desangró porque no tuvo ayuda", contó Mercedes, una de los 9 hijos de Justino. "En el carrito (por el destacamento ) no había policías y para qué le pagan si no están cuando se los necesita", se quejó Audelina.

"Unos minutos antes de que lo atacaran a mi marido, a un compañero de la misma empresa lo quisieron robar en esa esquina. Pero el muchacho se defendió con la cadena que tiene para atar la bicicleta. Se fue hasta el destacamento para avisar y tampoco había nadie", agregó la esposa de Justino.


Del norte
Justino había nacido en Los Amores en el departamento Vera tenía 9 hijos de entre entre 42 y 22 años y más de 20 nietos Por su homicidio hay dos detenidos Alejandro Javier Flores de 26 años apodado Paco Mono y un menor conocido en el barrio como Marquitos de 16 años Cuando efectivos de la Inspección de la 8 ª zona y Homicidios lo tenían sitiado Paco Mono apareció en Felipe Moré al 2900 con una herida de bala en su espalda y la bicicleta robada a su lado

"No se sabe quien lo hirió. En el lugar se secuestró un plomo que sería calibre 32 o 38. Fue derivado al Heca donde quedó internado. En su casa se encontró la faca que mató a Pereyra", confió una fuente policial. Los dos detenidos cuentan con prontuario: Paco Mono tiene siete antecedentes penales y dos condenas a cinco años por robos a mano armada. El menor, tiene tres antecedentes, todos del año pasado. Ambos son habitués de las seccionales 13ª y 18ª.
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Audelina Pérez y Mercedes, esposa e hija de Justino Pereyra. Al barrendero lo asaltaron a las 6.30 y le clavaron dos cuchilladas en el tórax. A la tarde atraparon a un joven con su bicicleta.

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