Sin puesto fijo

Juan Carlos Neyra, el operario de 43 años fallecido ayer, trabajaba desde hacía un año para la empresa donde perdió la vida. Vivía en Rosario con su mujer, dos hijas de 15 y 13 años y un varón de 11, según contó a La Capital su hermana Silvia, cuando llegó con los ojos húmedos a la planta para saber qué había pasado. "Nos dijeron que falleció pero no sabemos nada. Queremos saber a qué sala velatoria lo van a trasladar y esperamos que de eso se ocupe la empresa, porque nosotros no tenemos recursos para eso", dijo la mujer, y agregó: "Mi hermano hacía toda clase de trabajo acá, no tenía un puesto fijo. Incluso estuvo trabajando un tiempo afuera. Limpiaba tolveras, secaba los restos de petróleo de los barcos con trapos y a veces lo absorbía con una máquina", añadió.