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martes,
19 de
septiembre de
2006 |
Contrapunto canalla
Central: Gorosito y sus vacilaciones tras el triunfo
Aníbal Fucaraccio / Ovación
El ansiado triunfo ante Estudiantes le dio un poco de aire al proceso de Néstor Gorosito. Fue un bálsamo de resurrección estadística que no tuvo su correlato en el aspecto futbolístico. Fueron tres puntos trascendentales porque se sembraron en terreno propio. Y eso, más allá de cualquier discusión sobre la expresividad del triunfo, le abre crédito a la fuerza. Sin embargo, la actuación del equipo frente al conjunto pincharrata sólo sirvió para acumular interrogantes. La realidad del juego canalla se estableció en contrapunto con la victoria. Y ese enfrentamiento presenta un tablero de acción enlodado que no se llega a disimular con una alegría en el Gigante. Así, la falta de un equipo base, las polémicas conformaciones del banco de suplentes y la rotación sistemática de nombres y esquemas remarcan vacilaciones en la conducción que atentan contra el progreso y la estabilidad.
La sorpresiva inclusión de Germán Alemanno y su fundamental incidencia en la habilitación a Wanchope en el gol del triunfo es una muestra gratis de algunos desatinos. El Puflo no iba a estar ni en el banco el domingo pasado. Es más, su nombre estaba escrito y tachado en la planilla de reserva. Insólitamente, pasó de olvidado a partícipe necesario del éxito auriazul en Arroyito.
Curiosamente, la historia de Alemanno en el Apertura se parece a un viaje en una montaña rusa. En la segunda fecha fue titular ante Boca. Luego fue al banco frente a Banfield. Y en las tres fechas siguientes no estuvo ni entre los dieciocho de primera (actuó en reserva ante Lanús y San Lorenzo).
Eso se suma a la situación de Gonzalo Belloso que en principio asomaba como la primera alternativa en ataque (según lo reflejaba la lista original de concentrados) pero que no fue tenido en cuenta al momento de reemplazar al siempre oscilante Vitti.
Algo inesperado le pasó también a Andrés Díaz que integró el once inicial en la jornada anterior pero ante el pincha no estuvo ni concentrado. Y a eso se le puede agregar que no había un cinco con oficio en el banco y la única alternativa potable para reemplazar a Borzani era Ledesma, un jugador que venía de una lesión (ver aparte). Esos titubeos se reflejan en la cancha.
La primera exhibición de equilibrio debe partir de la cabeza. Y el técnico utilizó 26 jugadores en lo que va del torneo. Es un mensaje que no colabora para sostener el crecimiento canalla. Gorosito todavía debe construir su vínculo con la parcialidad auriazul. Pero no lo puede estimular solamente desde las declaraciones. El triunfo del domingo pasado consiguió calmar las aguas. Ahora debe armar su plataforma de sustento desde el juego. Allí radica la única verdad que puede levantar su consideración.
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Misión fútbol. El triunfo ante Estuduantes le debería permitir a Pipo elevar su plataforma de juego.
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