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 martes, 19 de septiembre de 2006  
Hubo espectáculos de luces, sonidos, recreaciones artísticas y recitales
Un nuevo paso en la descentralización
Se inauguró anoche el Centro de Distrito Noroeste Olga y Leticia Cossettini, en Provincias Unidas y Junín

Diego Veiga / La Capital

"El techo es el alma de las casas", gritó la actriz que desde la terraza del flamante Centro Municipal de Distrito Noroeste Olga y Leticia Cossettini -tal cual lo bautizó anoche el intendente-, abrazada a un paraguas y con el ruido de una tormenta de fondo, recreó quizás la historia que más golpeó a cientos de vecinos de uno de los barrios que administrará este minimunicipio: los desbordes del arroyo Ludueña y las consiguientes inundaciones en Empalme Graneros. Desde el parque, doña María Lucía las evocó con la lucidez de sus 83 años y celebró que ayer, 20 años después y a dos cuadras de donde por aquellos días había llegado el agua, la realidad fuera completamente diferente. Hubo emoción, aplausos, alegría y reconocimiento. Hoy, el flamante minimunicipio de Provincias Unidas y Junín empezará a funcionar oficialmente y atenderá las demandas de unos 144 mil habitantes.

Fue un momento distinto. El violín se escuchó más fuerte que las risas de los chicos, y el ruido de los truenos y el inconfundible sonido de la lluvia se adueñaron del lugar. Los actores aparecieron en los techos, cargando colchones y niños. Fue la postal de la inundación, esa que sacudió tantas veces a Empalme y que se filtró hasta las puertas de barrio Ludueña. "El agua llegaba hasta unos dos cuadras de acá. Nosotros teníamos un sulky y se nos hacía imposible ir a ver a nuestros parientes en Empalme Graneros", recordó Doña María Lucía.

A su lado, Pablo aportó otro dato. "En este lugar donde estamos parados (por el predio de Provincias Unidas y Junín) estaba el vivero Traverso, de Fernando Traverso, el artista que se encarga de pintar bicicletas por toda la ciudad evocando a los desaparecidos de la dictadura militar". Según su relato, el artista tuvo que abandonar la ciudad "colgándose de un tren" y marchándose al Chaco, para evitar ser encontrado por los militares. "Se colgó justo ahí", dijo señalando las vías que corren junto a Junín.

Es que el ferrocarril tiene toda una impronta en el barrio. Así lo remarcó Rita, quien recordó que "a la altura de Carriego, la estación ferroviaria era tan sólo un vagón. Todavía recuerdo cuando esperaba el tren para ir a trabajar a Casilda. La antigua estación se había incendiado y en su lugar habían colocado un vagón que hacía las veces de boletería y sala de espera", aseguró.

Desde el estrado, el intendente Miguel Lifschitz celebró la concreción del minimunicipio y destacó que "no habría descentralización en Rosario sin la decisión política y la convicción de Hermes Binner", quien le devolvió con aplausos el halago desde la primera fila.

Así, y como un reconocimiento a los maestros rosarinos, el intendente bautizó Olga y Leticia Cossettini al flamante minimunicipio. Desde esta mañana, los 80 empleados comenzarán a darle vida al imponente edificio que se alza a pocas cuadras de donde alguna vez "el techo fue el alma de las casas".
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La noche más esperada. Una fiesta de luz y color inauguró anoche el minimunicipio que hoy abre sus puertas oficialmente.

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