Año CXXXVII Nº 49102
La Ciudad
Política
Economía
Información Gral
El Mundo
La Región
Opinión
Escenario
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Educación


suplementos
ediciones anteriores
Salud 03/05
Página Solidaria 03/05
Turismo 30/04
Mujer 30/04
Economía 30/04
Señales 30/04
Educación 29/04
Estilo 29/04
Autos 27/04

contacto

servicios
Institucional

 sábado, 06 de mayo de 2006  
Crisis regional. El presidente brasileño está a la defensiva luego de la cumbre de Puerto Iguazú
Lula recibe una ola de críticas por su débil postura ante Bolivia
Los medios y la oposición lo acusan de no haber defendido los intereses nacionales ante Evo Morales

Brasilia. - El presidente Lula da Silva recibió una lluvia de críticas en Brasil por lo que muchos consideran su actitud débil frente a la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia. La nacionalización dictada por el presidente Evo Morales puede provocar a la estatal brasileña Petrobras la pérdida de los 1.500 millones de dólares que invirtió en los últimos 10 años en Bolivia. Morales amenaza, además, con un sustancial aumento del precio del gas que vende a Brasil. "Lula no obtiene concesiones y desautoriza a Petrobras", tituló, por ejemplo, el influyente diario O Estado do Sao Paulo. La mayoría de los grandes medios adoptó un tono similar, mientras la oposición política cubría de críticas al presidente, a sólo 5 meses de las elecciones en las que Lula buscará su reelección. España también afronta problemas, por el perjuicio que la medida tomada por Bolivia causa a su petrolera Repsol-YPF (ver aparte).

Lula se reunió el jueves en la ciudad argentina de Puerto Iguazú con los mandatarios de Bolivia, Evo Morales, Argentina, Néstor Kirchner, y Venezuela, Hugo Chávez. La expectativa en los medios políticos y empresariales brasileños era que Lula consiguiera de Morales una garantía pública de que no habrá alteraciones en el suministro a Brasil, cuya poderosa industria se alimenta en gran medida del gas boliviano, y que además defendiera la presencia en ese país de Petrobras. Pero Lula en Puerto Iguazú desautorizó a la petrolera estatal, que había amenazado con concurrir a tribunales internacionales y anunciado la suspensión de su plan de inversiones en Bolivia.


Canciller en apuros
Ante las críticas, el canciller Celso Amorim afirmó que la actitud del gobierno brasileño de buscar el diálogo es la correcta. "¿Qué quieren que yo haga?, ¿quieren que yo invada a Bolivia?, ¿que los obligue a colocar en el pozo el precio que yo deseo?", se preguntó al responder a los reporteros en la sede de la cancillería.

Más tarde, Amorim intentó mostrar mayor fortaleza en el tema. "Si se aumenta el precio del gas, a partir de un cierto nivel pasa a ser más interesante usar otros combustibles", advirtió. "Hay un límite. Es el límite de la viabilidad de los negocios", agregó.

Pero difícilmente estas explicaciones conformen a un país desencantado. En el encuentro de los presidentes "Lula fue confuso, contradictorio, ni defendió a Petrobras", se quejó Paulo Kramer, de la consultora Kramer y Asociados. "No tenemos ninguna garantía, ni tampoco cuál será el destino de las inversiones que hizo Petrobras" en Bolivia a lo largo de la última década por unos 1.500 millones de dólares.

Las reuniones presidenciales como la de Puerto Iguazú "no resuelven cuestiones técnicas, son simbólicas y el simbolismo que transmitió fue malo desde el punto de vista de Brasil", comentó Carlos Lopes, de la consultora Santa Fe Ideias de la ciudad de Brasilia. La actitud de Lula en defensa de Petrobras "fue muy frágil", agregó Lopes.

Lula "ofreció ayuda a un gobierno que rompió contratos, hirió los intereses brasileños, irrespetó acuerdos firmados con Brasil. En la práctica, Brasil va a pagar a Bolivia por causarnos prejuicios", dijo en su columna económica la comentarista Miriam Leitao, del diario O Globo, refiriéndose a que los cuatro mandatarios emitieron al final de su encuentro una declaración de siete puntos, el último de los cuales indicó que los presidentes "acuerdan incentivar inversiones conjuntas a fin de favorecer el desarrollo integral de Bolivia".


"Pedir arbitraje internacional"
"El presidente Lula necesita decirle duramente a Evo Morales que puede optar por un arbitraje internacional", comentó el senador Arthur Virgilio, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el mayor de oposición y que buscará disputarle la presidencia al mandatario dentro de cinco meses. Virgilio, líder del PSDB, llegó incluso a pedir que Brasil retire a su embajador de Bolivia "para que el gobierno boliviano pueda sentir que no agradó" la forma en que se anunció y se trató la nacionalización de los hidrocarburos de Bolivia el pasado 1º de mayo.

Morales anunció la nacionalización desde una refinería de Petrobras y ordenó al ejército ocupar todas las instalaciones petroleras de las firmas extranjeras. Por esto, en Brasil no se habla de nacionalización sino de "confiscación" e "invasión militar" de las plantas y pozos.

A las críticas se sumaron destacados ex diplomáticos brasileños. "Somos rehenes gratuitos de Bolivia, cuya producción de soja para exportación es totalmente embarcada a través de Brasil. Tenemos que tener una reacción dura, defender nuestros intereses", sostuvo el ex embajador en Washington Paulo Tarso Flecha de Lima.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Lula y Evo en la cuestionada reunión de Puerto Iguazú.

Notas Relacionadas
"Hay que ser cariñoso"

España negocia con La Paz



  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados