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 domingo, 30 de abril de 2006  
El Empire State cumple 75 años sin dejar de ser un símbolo de Nueva York
Se construyó en tiempo récord durante la Gran Depresión. En la actualidad es el rascacielos más alto de Manhattan

Christoph Driessen

Nueva York.- En septiembre se cumplirán cinco años de la destrucción por parte de terroristas del World Trade Center de Nueva York y todavía la zona está vacía. Los empresarios y autoridades están paralizados por la disputa en torno a los diseños y la financiación del proyecto que sustituirá a las Torres Gemelas.

Por el momento se desconoce cuándo estará terminado el nuevo complejo de rascacielos, pese a que en el pasado Nueva York era famosa por el tiempo récord en el que se levantaban enormes edificios. El Empire State por ejemplo, que el 1º de mayo cumple 75 años, fue inaugurado después de sólo 15 meses de trabajo en 1931.

Y la hazaña se logró incluso en medio de la Gran Depresión, que comenzó con el crack de la Bolsa de Wall Street en 1929. Los 3.439 obreros que trabajaban en la obra sabían que se quedarían desempleados una vez terminado el coloso, que hoy vuelve a ser el edificio más alto de la ciudad. Pese a ello, el Empire State Building fue terminado 45 días antes de lo previsto.

El constructor, el especulador J.J. Raskob, había preguntado al arquitecto William Lamb en 1929: "¿Cuánto es lo más alto que puede construir sin que se caiga?". La respuesta de Lamb fue "320 metros", a los que se sumarían un mástil de otros 61 metros pensado como lugar de aterrizaje para zepelines procedentes de Europa.

Tras un control de pasaportes y de aduana de apenas diez minutos, los pasajeros podrían bajar en segundos en ascensor de forma directa a la Quinta Avenida y sumergirse en el bullicio de las compras de la metrópolis, según el plan original.

El 22 de enero de 1930 comenzaron los trabajos en los cimientos. Cuatro meses después ya se erigía una imponente masa de acero. Para que no se perdiera mucho tiempo en la pausa de comida, se colocaron cantinas en los pisos 24, 47 y 64, lo que ahorraba el tiempo necesario para llegar abajo. Después de 11 meses la construcción principal de 85 pisos estaba terminada, y en marzo de 1931 se terminó el interior. En la noche del 1º de mayo, día de la inauguración, el presidente estadounidense Herbert Hoover apretó un botón en la Casa Blanca y en ese mismo instante se iluminó por primera vez en Manhattan el Empire State.


El edificio vacío
A nivel económico, la "torre de cuentos de hadas" con capacidad para 60.000 personas, como se describía en su propia publicidad, fue un fracaso. Hasta el día de la inauguración no estaba alquilada ni la mitad de la superficie de oficinas, por lo que no faltaron las burlas sobre el "Empty (vacío) State Building".

Ello no sólo se debía a la crisis económica, sino también a que la torre se ubicaba bastante al sur del centro de negocios de Midtown Manhattan y estaba algo aislada. También tuvo que ser abandonado el hermoso plan del aeropuerto, tras dos fallidos aterrizajes de zepelines.

Pero después de un par de años ya nadie hablaba de ello. El mástil se convirtió en una antena de radio y televisión y el emplazamiento algo retirado garantizó que el edificio nunca quedara cubierto por otras construcciones y se convirtiera así en el símbolo de la ciudad.

Por sobre todo, el Empire State, entonces el rascacielos más alto del mundo, representó que EEUU no había perdido su optimismo. Un contemporáneo escribió: "En los momentos más oscuros de la recesión tenemos un edificio que se eleva 380 metros hacia el cielo." (DPA)
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El Empire State sobrevivió a la trágica caída de las Torres Gemelas en 2001.


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