Dolores Navarro Ocampo: El diseño argentino es tan bueno como el europeo"

Clarisa Ercolano / La Capital

La idea siempre estuvo clara: abrir una vidriera permanente y exclusiva de diseño argentino. Después de la crisis de diciembre del 2001, eso bastaba para que la tienda Purodiseño fuera un lugar único. Su creadora y realizadora, Dolores Navarro Ocampo, estuvo de paso por Rosario para entregar los premios del IV Salón La Capital y compartió con este diario la historia de su empresa.

"No existía una tienda que abarcara todas las disciplinas del diseño, entonces decidimos que Purodiseño tenga moda, joyería, accesorios, muebles, zapatería, decoración, vajilla, platería y hasta artículos para oficina y juguetes", cuenta Navarro Ocampo. Además de la promoción de objetos cien por ciento argentinos, en la tienda se realizan acciones de promoción y fomento de las creaciones locales cuyo objetivo es ayudar a los diseñadores para que lleguen al circuito comercial.

"Si me traen un florero y les pido que me entreguen 50 para vender, seguro que nadie puede porque no tienen el capital necesario para hacerlos, por eso les damos la mitad del dinero necesario para producir esa cantidad", explica la diseñadora.

En Purodiseño el valor a promocionar es el diseñador. Respetan su marca, su nombre y les dan un lugar para que se hagan conocidos. "Hacemos un evento, un lanzamiento de productos que incluyen al diseñador y al productor", relata Navarro. La diseñadora opina que la artesanía está "desvirtuada" en Buenos Aires. "Sobre todo, se asocia con algo de poca calidad y de dudoso origen", explica. Entonces surgió el concepto de artesanía contemporánea para "darle un nuevo significado", comenta.

El diseño tiene que ver con una necesidad y así lo explica Navarro Ocampo. "Pensamos que el diseño debería ser algo que ayuda a vivir mejor, desde la estética, desde el placer; si sirve más un plato hondo que uno playo para comer pastas y eso hace la vida un poco más agradable, mejor, al igual que si algún diseñador idea una silla más cómoda para trabajar todo el día en la computadora".


De precios y calidades
"El diseño no es caro ni barato. Es caro cuando es artesanal y es barato cuando se compra en China sin saber cómo y cuánto se le pagó al pobre trabajador que hizo el producto", sentencia Navarro Ocampo. El precio debe estar en relación al producto, explica, y agrega que hay gamas para todos los gustos. "Un vaso bien diseñado puede costar un peso y no tiene por qué salir cuarenta".

El argentino en materia de diseño es de buscar lo último y lo más nuevo, al menos eso se expresa en las elecciones que realiza, pero para la diseñadora, "aún falta para que sea un consumidor jugado porque le cuesta combinar e incorporar cosas nuevas a su vida, sobre todo en materia de accesorios y muebles para el hogar".

"El diseño argentino es igual de bueno que el europeo, tiene calidad y es creativo", asegura enfática la responsable de Purodiseño, ubicada en la planta alta de Buenos Aires Design, quien no duda en marcar que lo que hace a la diferencia es la presentación. "Acá las cosas llegan en papel de diario y cartón y todavía hay que superar algunos estándares de calidad".

Al momento de hacer un balance de pros y contras del mercado nacional, Navarro Ocampo dice que entre las dificultades se cuentan la poca accesibilidad al circuito comercial, la competencia desleal y la burocracia al momento de exportar. Aunque para equilibrar la balanza destaca el reconocimiento con el que ya cuenta el diseño argentino a escala mundial.

Según la creadora últimamente hubo mucha gente que se acercó al mundo del arte y el diseño que antes ni se arrimaba. "Son interesantes los objetos de platería, los caballos, el tango y el vino, pero hay mucho más para mostrar", resumió finalmente Navarro Ocampo.

La diseñadora formó parte del IV Salón La Capital.