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 sábado, 26 de noviembre de 2005  
Qué le dijo a la policía Matías Capozzuca la noche del choque en Parque Norte
De la euforia al dolor en frenética aventura de un grupo de amigos
En su primera versión, el chico que causó el accidente donde murieron otros dos contó cómo sacaron el BMW de la agencia de su padre y lo que hicieron después

Habían pasado sólo algunas horas del trágico accidente del Parque Norte cuando el conductor Matías Capozzuca, en su primera declaración ante la policía, dio detalles de la última salida junto a los jóvenes que resultaron víctimas del choque de Santiago y Rivadavia. El conductor de 19 años contó a qué bares fueron esa noche, negó haber corrido una picada y admitió haber sacado la cupé negra, sin permiso, de la concesionaria de su padre. Pero nada precisó sobre el momento en que perdió el control del vehículo: "Sólo recuerdo que me sacaron del auto y me fui caminando", dijo el día después de una noche en la que el alcohol y la velocidad a bordo de un auto lujoso se convirtieron en una mezcla mortal.

La declaración de Capozzuca cuando estaba detenido en la seccional 7ª, de Cafferata al 600, es uno de los documentos del expediente penal sobre el accidente del 22 de mayo pasado. Entonces, el joven no refirió haber sido encerrado por otro vehículo al perder el control del BMW que conducía (como señaló luego ante el juez), aunque reconoció haber pisado el acelerador después de tomar dos o tres cervezas, una botella de Gancia y Speed.

Cuando declaró en tribunales meses después del accidente, Capozzuca sindicó a un Fiat Uno Rojo como el auto que lo encerró y lo obligó a realizar a alta velocidad la maniobra que provocó el accidente. El conductor de este auto, Guillermo Buratovich, fue procesado como coautor del accidente por el juez Correccional Edgardo Bistoletti. Ayer sus abogados presentaron un recurso para que la medida sea revisada (ver aparte).

Así, a los dos conductores se les asignó la misma responsabilidad en el incidente que causó la muerte de dos jóvenes: Nayib Abraham, de 19 años, y Ursula Notz, de 16. En tanto que los tremendos golpes sufridos en la colisión le provocaron a Carla Alfaro, de 16 años, gravísimas lesiones por las que se encuentra postrada. Qué hicieron esa noche tres jóvenes que ahora no pueden contarlo está contenido en la declaración del conductor ante la policía.

"Mire señor. Estábamos en el locutorio de Balcarce y Mendoza y era el cumpleaños de esta chica Carla. Las amigas se querían ir a dormir y ella no quería. En eso Nayib me dijo que había hablado con mi hermano y que éste iba a estar en la isla con mi viejo. Que podíamos sacar un BMW de la concesionaria de mi viejo", narró Matías el día después del accidente. A la 1.30 de la madrugada los dos amigos fueron hasta la agencia de Corrientes 147 y retiraron un BMW 323 color negro. Ese fue el primer auto que Matías sacó del local, pero no el que terminó destrozado.

En ese vehículo, según contó, volvieron a buscar a las chicas al locutorio. Carla subió con otras tres amigas y de allí el grupo se dirigió a un quiosco de Mendoza y Alsina. "Estuvimos tomando cerveza hasta eso de las dos", continuó Capozzuca, de 19 años. De allí los jóvenes enfilaron al bar Maui, de la esquina de Callao y Rodríguez, tras dejar a una de las jóvenes en su casa. En Maui el grupo se separó. Las chicas se bajaron, pero Capozzuca les dijo que un rato más tarde pasaría a buscarlas por la esquina de Rodríguez y Güemes. Al rato, cuando los dos amigos llegaron en el BMW a ese lugar, los esperaban Ursula y Carla.


Cuando se puso en verde
La siguiente parada fue en un quiosco de San Juan entre España e Italia. Los dos amigos compraron un Gancia de un litro y regresaron a la cuadra de Maui. La cupé dio varias vueltas a la manzana con el techo corrido hasta que, según el primer relato de Capozzuca, un Fiat Uno naranja se estacionó a la par en la esquina de Rivadavia y Callao.

"Cuando se puso en verde arrancamos los dos y doblamos tomando Rivadavia", añadió. Pero el joven del BMW no habló de una picada: dijo que tras coincidir en el semáforo ese Fiat Uno naranja "se estaciona en frente, sobre la estación (Rosario Norte). El auto aceleró un par de veces, como si estuviera preparado, pero cuando arrancamos se cruzó y estacionó".

A partir de ese momento el joven pisó el acelerador y la cupé recorrió a no menos de 115 kilómetros por hora las cuatro cuadras que la separaban de su final. Capozzuca iba al volante. El conductor no recordó quién iba en el asiento del acompañante -dijo que "Nayib y Carla habían peleado toda la noche para ir adelante"-, aunque según otras evidencias era la chica. Ursula y Nayib iban en el asiento trasero. Ninguno llevaba puesto el cinturón de seguridad. El cuerpo de Nayib salió despedido del vehículo cuando el auto se descontroló, subió al césped del Parque Norte, impactó con violencia contra dos árboles, hizo un giro y quedó con la trompa hacia la calle.

"Me acuerdo que el Negro (Nayib) me dijo: «Pisalo para ver cómo anda». A él le gustaba eso y yo lo hacía", señaló el muchacho, que admitió haber corrido picadas con anterioridad. "Después sólo recuerdo que me sacaron del auto y me fui caminando hasta la vuelta", dijo. Luego reconoció que no tenía el consentimiento de su padre para sacar autos de la agencia y que era la segunda vez que lo hacía.

"El primer auto que sacamos estaba para la venta y el segundo es de un amigo de mi papá", cerró el joven, que fue detenido cuando contemplaba la escena y algunos testigos lo señalaron como el conductor del auto siniestrado. "En la cabeza me golpearon con una botella. Yo no iba manejando nada. Voy a llamar a un juez amigo para que me zafe", le dijo al policía que lo apresó.
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El BMW que se estrelló la madrugada del 22 de mayo pasado.

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