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 domingo, 13 de noviembre de 2005  
Ladrillos. Con 250 edificios en marcha, los empresarios auguran que el ciclo expansivo continuará en 2006
La construcción va por otro año de crecimiento
Los actores del negocio buscan "colonizar" nuevas zonas de la ciudad y piden reglas claras de urbanización

Patricia Martino / La Capital

En Rosario las paredes de los edificios continúan levantándose a un ritmo vertiginoso. Donde ayer no había nada más que un terreno o una casa en venta, hoy ladrillos y cementos dan forma a uno de los 250 edificios que se construyen en el casco céntrico de la ciudad. Los constructores locales consideran que el sector está viviendo "una oportunidad de progreso" que hay que aprovechar porque los ciclos económicos en la Argentina cada vez son más cortos y las buenas rachas llegan a su fin.

Los hombres que monitorean las construcciones de la ciudad aseguran que al menos durante un año más el sector disfrutará de un escenario favorable. Más allá, nadie se anima a arriesgar un pronóstico. Asimismo, estiman que los precios todavía no llegaron a su techo y que probablemente pueda incrementarse aún más el valor de las propiedades.

Alejandro Juri, presidente de la Cámara de Empresas Inmobiliarias de Rosario (Cadeiros) precisó que actualmente el metro cuadrado de un departamento a estrenar de categoría cuesta unos 800 dólares si está ubicado en el radio céntrico. En cambio, si es sobre la primera línea del río, la cifra asciende a mil dólares.

No obstante, aclaró que todavía los valores están alejados de la realidad porteña, donde el metro cuadrado en Puerto Madero puede llegar a costar hasta tres mil dólares. Por otra parte, en Rosario los usados se cotizan a 600 dólares el metro cuadrado y, en Buenos Aires, por arriba de los mil, precisó.

Los constructores, en tanto, se mostraron bastante disgustados con la decisión del Ejecutivo municipal de restringir las demoliciones en determinadas zonas. Aunque reconocen ser ciudadanos que les gusta recorrer las ciudad y encontrar casas antigüas de valor arquitectónico aseguran que "no existe un parámetro certero" para tomar tal decisión.

Es que el decreto municipal 25.662 que suspende los permisos de edificación de viviendas significativas en la zona de Pichincha y sobre bv. Oroño desalentó a los constructores. Los terrenos más buscados para edificar se encuentran en el radio comprendido entre Pellegrini, Oroño y el río y hoy en día son bastante escasos.

Mirta Levin, titular de Planeamiento, asegura que "Rosario tiene un exceso de lugares para construir edificaciones con altura" y desmintió que las últimas normas sean una limitación para el crecimiento del sector. "Los números lo demuestran, son objetivos, no frenamos la construcción", destacó la funcionaria en referencia al continuo incremento de pedidos de permisos de obras.

Sin embargo, la polémica está lanzada. "Rosario está llevando a cabo un proyecto de ciudad distinto en el espacio público y todos lo valoramos porque genera una plusvalía muy importante para la propiedad privada pero hay cambios que se vienen haciendo sobre la marcha que tienen un tiempo administrativo diferente al de la economía y, teniendo en cuenta que los ciclos en la Argentina son cada vez más cortos, la situación es preocupante", disparó el arquitecto Gustavo Lein, de la empresa Ingeniero Lein y Asociados.


Modelo de ciudad
El alentador escenario de Rosario se volvió emblemática en el último tiempo. Hasta en el Salón del Mercado Inmobiliario que se realizó en Buenos Aires se presentó el caso de la ciudad como un modelo a seguir.

Los constructores se mostraron preocupados porque actualmente los precios de los pocos terrenos liberados de las ordenanzas municipales "están por las nubes" o bien "no se sabe su valor" y eso los pone a analizar si emprender una obra es viable o no. Más de un agente inmobiliario se mostró temeroso a la hora de ofrecer un lote a un constructor porque hasta ellos mismos consideran elevados los costos.

Respecto al boom de la construcción, los empresarios de casco amarillo prefirieron evitar el término. "Tomamos con prudencia el crecimiento que tuvimos hasta el momento, un boom es cortito, se termina, y esperamos que esto no sea así", indicó Angel Seggiaro, director de Fundar.

Los números parecen demostrar que el crecimiento del sector puede sostenerse en el tiempo. Basándose en estadísticas parciales del Colegio de Arquitectos de Rosario, Seggiaro precisó que actualmente se construyen unos 250 edificios, contra 180 del año pasado.

El director de Fundar auguró un buen escenario para el año que viene, sobre todo porque "Puerto Norte va a cambiar el centro de la ciudad". Jaime Lein, por su parte, avaló el planteo y aseguró que es una buena alternativa para construir y extenderse hasta el barrio Refinería.

En los 17 mil metros cuadrados que pertenecieron a Genaro García tendrá lugar a un megaproyecto inmobiliario sin antecedentes en Rosario. Se construirán dos torres de 130 metros de altura, con 45 pisos cada una, casi 200 departamentos y una inversión inicial de 20 millones de dólares. En el área de actuación del proyecto se definieron trazados viales y espacios públicos e indicadores urbanísticos de barrio Refinería.
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Los pedidos de permisos de construcción de edificios van aumentando, sobre todo en la zona céntrica.

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