analisis

El volantazo de la sindicalista

¿Cuántos dirigentes de la política resisten el filtro de un archivo? Muy pocos. Susana Rueda, una mujer que ingresó a la CGT buscando cambiar la cara de una organización que no goza de buena imagen, tropezó con sus propias palabras al referirse al PJ santafesino en general, pero particularmente a Carlos Reutemann y Jorge Obeid.

En la entrevista que se publica en esta edición, la gremialista sostiene que "Reutemann es el gran elector de la provincia" y que Jorge Obeid es "un referente importante del PJ". La posibilidad de ser candidata a diputada nacional tal vez sea la idea fuerza que lleva a Rueda (como diría Andrés Calamaro) "a cambiar de corazón como de sombrero".

El 25 de julio de 2004 le dijo a La Capital que "Reutemann no es líder del peronismo, no hizo peronismo, concentró la riqueza. No se puede realizar atención primaria porque se desmantelaron las redes. El sacó 800 mil votos porque es una figura mediática. Nos levantábamos a las 7 de la mañana para verlo correr, tiene ascendencia popular en el conjunto de la sociedad; es un líder deportivo. Se desvirtúa quién fue responsable de las inundaciones, quién no tomó las decisiones a tiempo, quién pudo haberlo evitado y no lo hizo. ¿Cuál es su responsabilidad real, estar hombreando bolsas o tomando decisiones? ¿Cuál es su responsabilidad real como gobernante cuando está dando vueltas en el helicóptero y observa que el agua viene? El gobierno estaba avisado y no se tomaron las medidas necesarias".

No se conocen públicamente las aptitudes automovilísticas de Rueda, pero sí queda claro que pegó un volantazo demasiado brusco.

Aunque el caso puede resultar una anécdota, muestra por qué gran parte de la sociedad siente animadversión a la hora de involucrarse en la política. Un ámbito donde la palabra pesa menos que una pluma lanzada al viento.