Levantamiento en Córdoba

Balas de 9 milímetros mataron a un policía y dos guardias en el motín

No se determinó si los disparos mortales fueron realizados por las fuerzas de seguridad o por los reclusos

Córdoba.- Las autopsias del policía y los dos guardiacárceles asesinados durante el violento motín de la cárcel del barrio San Martín en la capital cordobesa determinaron que murieron por disparos de pistolas calibre 9 milímetros, el mismo utilizado por las fuerzas de seguridad. En tanto, ayer 15 presos se cosieron la boca y anoche mantenían una huelga de hambre.

El grupo de fiscales que lleva adelante la investigación del caso, en tanto, trata de determinar si hubo ataques sexuales en los pabellones de la cárcel durante el motín de la semana pasada.

Las pistolas 9 milímetros son las utilizadas por las fuerzas de seguridad, aunque los investigadores señalaron que todavía no han determinado quiénes fueron los que dispararon esas armas, si los policías que abortaron un intento de fuga o los reclusos amotinados. Esta información se podrá conocer la semana próxima, cuando, según las fuentes, estén concluidas las pericias balísticas, a cargo de expertos de la Policía Judicial de Córdoba.

En tanto, mientras se conocían las primeras conclusiones de la investigación, unos 15 presos de la cárcel del barrio San Martín se cosieron la boca e iniciaron una huelga de hambre para exigir su traslado al penal de la ciudad de Río Cuarto. Por un lado, el interventor del Servicio Penitenciario de Córdoba, Ricardo Bonaldi, sostuvo que eran cinco los que se cosieron la boca y aclaró que "se encuentran bien". Sin embargo, fuentes calificadas del penal de barrio San Martín precisaron al diario "La Voz del Interior" que los internos son 15 y podrían aumentar en las próximas horas.

Los presos que tomaron la medida de fuerza, oriundos de la ciudad cordobesa de Río Cuarto, están alojados en el pabellón 15, donde se encuentran algunos de los cabecillas del motín, como también aquellos presos que quisieron fugar en el camión, añadieron las fuentes.

Las muertes que se investigan son ocho: la del policía, los dos guardiacárceles y cinco reclusos del penal. Hasta ahora, por declaraciones de testigos, pericias preliminares y estudios balísticos, se sospecha que el policía Ignacio Cogote murió por una ráfaga de disparos efectuada con un fusil FM K3 y disparada por uno de los presos que se amotinó.

Por su parte, se sospecha además que el guardiacárcel Pablo Ferreyra también murió baleado por parte de uno de los reclusos. En cambio, en el caso de Andrés Abregú, quien fue tomado como rehén y exhibido como escudo humano en el camión en el que intentaron escapar 16 reclusos, la sospecha es que pudo ser víctima de un balazo policial. Sin embargo, no se descarta que los propios presos lo hayan baleado cuando se frustró el escape, agregaron las fuentes, quienes señalaron que las pericias serán clave para develar quién lo mató.


Sangre
En ese episodio, tres de los reclusos murieron por balas del operativo policial desplegado en el perímetro del penal y los otros 13 fueron recapturados. El sangriento motín se inició el jueves 10 de febrero pasado a las 16 cuando dos grupos antagónicos de reclusos protagonizaron una pelea, desarmaron y tomaron como rehenes a los guardiacárceles que fueron a reprimirlos y la reyerta se generalizó en el sector de las visitas.

Los presos muertos fueron Walter Romero, Juan Gabriel Rivarola, Miguel Angel Acuña, Víctor Alejandro Bazán y David Roberto Alvarez. Tras 24 horas de negociaciones y luego de que el gobernador De la Sota descartara la posibilidad de conmutar penas -como pedía el grupo más radical, los condenados a reclusión perpetua- , y que las autoridades se comprometieran a mantener un régimen de visitas más flexible, los presos depusieron su actitud y se pudo recuperar el penal. (Télam).

Ayer quince presos del penal cordobés iniciaron una huelga de hambre.