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 domingo, 20 de febrero de 2005  
Malestar del gobierno por dichos del obispo Baseotto sobre el ministro González García
El prelado recomendó que el ministro de Salud "sea tirado al mar" por la posición que sustenta sobre el aborto

El ministro de Defensa José Pampuro convocó para mañana al obispo castrense, monseñor Antonio Baseotto para manifestarle el malestar que causaron en el gobierno sus declaraciones hacia el ministro de Salud Ginés González García, al que recomendó "sea tirado al mar" por defender la despenalización del aborto.

Pampuro le expresará a Baseotto "el malestar que produjeron unas declaraciones que, lejos de llevar un mensaje de paz y armonía a las Fuerzas Armadas, incentivan los desencuentros con alegorías poco felices y connotaciones muy fuertes para los argentinos", dijo el Ministerio de Defensa.

El viernes, indignado por la reciente defensa que el ministro de Salud hizo del aborto, el obispo lo acusó de apología del homicidio y pidió que, como dice la Biblia, lo arrojen al mar.

"Cuando usted repartió públicamente profilácticos a los jóvenes (en una campaña nacional contra el sida), recordaba el texto del Evangelio donde nuestro Señor afirma que «los que escandalizan a los pequeños merecen que les cuelguen una piedra de molino en el cuello y los tiren al mar»", dijo Baseotto.

El ministro de Salud Ginés González García defendió públicamente en varias ocasiones la despenalización del aborto por razones sanitarias alegando que así se impediría que muchas mujeres fueran sometidas a intervenciones clandestinas que ponen en riesgo su vida.

Aunque el presidente Néstor Kirchner no se ha pronunciado públicamente sobre el aborto y el control de la natalidad, nunca desautorizó a su ministro de Salud y propuso para la Corte Suprema a juristas que públicamente han reclamado la despenalización de esta práctica.

Los dichos de Baseotto tienen una doble connotación ya que recuerdan los llamados vuelos de la muerte durante la dictadura de 1976 a 1983, en los que los detenidos por la represión del Estado eran arrojados drogados y vivos al mar desde helicópteros y aviones de las Fuerzas Armadas.


Se sumó el obispo Arancedo
El arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo, ratificó ayer la defensa de la vida como única posición de la Iglesia con respecto al aborto, y negó que esta "oculte la cabeza como el avestruz" en torno al tema.

De esta manera, el prelado salió al cruce de las opiniones vertidas por el ministro de Salud de la provincia, Juan Sylvestre Begnis, quien planteó que se debe "iniciar el debate sobre el tema del aborto", en coincidencia con su par nacional. El gobernador santafesino Jorge Obeid dijo que no es partidario del aborto, pero que respeta la posición personal del ministro Sylvestre Begnis.

Al debate, se sumó ayer el presidente del Comité Nacional de la Ucedé, Carlos Castellani, quien advirtió que detrás de la recurrente voluntad de algunos sectores de la sociedad y del gobierno de hablar sobre la despenalización del aborto puede esconderse la creación de un marco propicio para la llegada del barco holandés abortista, dirigido por la médica Rebecca Gomperts.

"El aborto no es un tema que está instalado en la sociedad y hay muchos otros que esperan antes su resolución", afirmó Castellani, quien recordó que a fines del año pasado cuando la médica Rebecca Gomperts visitó el país se anticipó que regresaría con el barco en el primer semestre del 2005.

Desde Santa Fe, el arzobispo Arancedo sostuvo que la Iglesia "defiende el derecho a la vida desde la concepción, un principio que es humano, filosófico y también teológico". "Por eso, rechazamos el aborto, porque consideramos que es una violación a los derechos humanos, que deben ser tutelados por la sociedad y sus leyes, y la actuación de los funcionarios, que es la misma Constitución la que la manda", señaló.

En ese sentido, manifestó que "no es correcto decir que los temas morales pertenecen al ámbito privado y de la Iglesia, en tanto que los temas políticos o sanitaristas dependen de otra función".

El arzobispo santafesino también cuestionó a Sylvestre Begnis por declaraciones en las que manifestó que "la sociedad santafesina no puede hacer como el avestruz y meter la cabeza en un pozo".

"No es que la Iglesia oculte la cabeza, como el avestruz. Conocemos la realidad y estamos en muchos barrios carecientes; incluso denunciamos la desnutrición que existe en nuestra gente y ésos deberían ser problemas que preocupen", aseguró Arancedo. (Télam y AP)
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Monseñor Antonio Baseotto.

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