Algunas postales del horror en Santa Fe

En relación con el ex juez federal Víctor Hermes Brusa, el juez federal santafesino Reynaldo Rodríguez considera en su fallo que "existen elementos de convicción suficientes para tener por acreditados los hechos que se le endilgan en consideración a las pruebas que se reseñan: la señora Ana María Cámara fue privada de su libertad, quedando en forma cautiva oportunamente en la Guardia de Infantería Reforzada. Allí el imputado presuntamente interrogó a la nombrada en base a una declaración que la testigo había firmado bajo tortura y que el imputado tenía en su poder.

"Durante ese interrogatorio la víctima, negando lo declarado bajo torturas, le solicitó que le recibiera la denuncia que deseaba realizar por apremios ilegales, a lo cual el encartado habría respondido con gritos y patadas de karate, con el fin de amedrentarla para que no efectuara la misma".

También dice que Brusa "habría interrogado al señor Carlos Aníbal Pacheco en septiembre de 1977, estando el nombrado en la cárcel de Coronda. En tal evento el detenido pretendió denunciarle los apremios ilegales a que habría sido sometido, sin embargo el encausado no sólo hizo caso omiso al pedido de la víctima sino que además lo habría amenazado".

En relación con Mario Facino, se expresa en el fallo que "el señor José Ernesto Schulman fue detenido en forma ilegal el 22 de noviembre de 1977 y trasladado a la seccional 4ª, lugar donde fue sometido a torturas y simulacros de fusilamiento". Dice Rodríguez que el actual presidente comunal "se desempeñó como subjefe de la seccional o comisaría 4ª, desde el 8/5/75 hasta el 27/1/77, razón por la cual el imputado conocía y participaba en las detenciones que se aluden".

A Héctor Colombini se lo acusa también de haber participado en el secuestro y posterior tortura de Ana María Cámara. La víctima aseguró que "trasladada a La Casita (un centro clandestino que habría existido en algún lugar próximo a Santa Fe), donde se la desnuda y se la ata a un elástico de cama metálico e inmediatamente le habrían aplicado descarga eléctrica sobre el cuerpo, mientras era interrogada por un número de personas entre los cuales se habría encontrado el encartado, quien le habría dicho: «Contá qué hacían en el centro de estudiantes de tu facultad, quiénes son los capitos, quiénes son los delegados de curso»".

Más adelante, el magistrado incluyó otro relato de la denunciante, quien sostuvo que Colombini le aseguró: "Si hay algo que no esté claro para nosotros te volvemos de nuevo a la parrilla, de vos depende que mañana te encuentren al costado de una ruta o que salgas caminando de aquí". Agrega en el fallo que "estaría probado que Colombini participó en el secuestro y posterior tortura de Daniel Oscar García y su esposa Alba Sánchez".

Respecto de Juan Calixto Perizotti, dice Rodríguez: "El imputado formaba parte de un grupo de tareas que llevó adelante el operativo que habría culminado con la detención de Anatilde Bugna y de Carlos Pacheco". Asimismo, otros detenidos y alojados en la seccional 4ª de policía (considerado otro centro clandestino de detención) lograron identificarlo cuando trasladaba detenidos desde esa comisaría.

En relación con Nicolás Correa, interpreta el juez federal que "el imputado participó presuntamente del interrogatorio que sufrieran Jorge Daniel Pedrazza, Stella Maris Vallejos y Eusebio Oriel Millán. Junto a estos testimonios el magistrado incluye otros más en los de manera coincidente identifican a quien llamaban "El Tío", como a uno de los represores que participaba en los interrogatorios y torturas.

En el caso del ex policía Eduardo Ramos, afirma Rodríguez que "interrogó y torturó" a distintas víctimas que no dudaron en reconocerlo y en afirmar que frecuentemente llevaba adelante simulacros de fusilamiento.

María Aebi es acusada de haber colaborado junto a Perizotti en traslado de detenidos a la Guardia de Infantería Reforzada (un tercer centro clandestino de detención). Asimismo varias víctimas aseguran que la mujer realizaba frecuentemente simulacros de fusilamiento.