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 sábado, 20 de noviembre de 2004  
Un punguista cayó en manos del jefe de policía
El comisario José Maldonado intervino al ser testigo del robo que un hombre intentó perpetrar dentro de un bar

Siempre se dijo que la idea es predicar con el ejemplo. Por eso, si a los agentes rasos de la policía se les pide estar alerta y demostrar predisposición para prevenir el delito, el jefe de la Unidad Regional II debe hacer lo mismo. Y así ocurrió la noche del jueves cuando el comisario mayor José Maldonado abortó el robo que un punguista perpetró contra una mujer dentro de un bar de la concurrida avenida Pellegrini.

Todo ocurrió a las 22.45 del jueves, cuando Maldonado compartía un café con un viejo amigo de armas en el bar ubicado en la ochava sureste de Pellegrini y España. Entonces "ingresó un hombre muy elegante, canoso, bronceado y de traje que se sentó estratégicamente en una mesa ubicada detrás de la que ocupaban dos mujeres", relató el propio jefe policial.

En un momento determinado Maldonado quedó solo en la mesa debido a que su amigo tuvo que salir y entonces observó que el elegante hombre "pidió un café y simuló estar hablando por medio de un celular después de sacarse el saco y ponerlo en el respaldo de la silla". Al jefe policial, quizás por intuición, le pareció que ese hombre no era un simple parroquiano. "Es que horas antes estuve hablando con una persona a la que le remarcaba que los punguistas no usan relojes ni anillos para no dificultar su trabajo, y este tipo, más allá de su elegancia, no tenía nada en sus manos", refirió Maldonado.

Así las cosas, en un momento el jefe de la Unidad Regional II observó que el punguista pagaba el café que había consumido y que por debajo de su saco pasaba una de sus manos para introducirla en la cartera que colgaba del respaldo de la silla donde se sentaba una mujer que conversaba animadamente con otra. "Espere que terminara de sacar la billetera, me paré y me identifiqué rápidamente. El hombre no pudo hacer nada, arrojó la billetera hurtada sobre la mesa y quedó sorprendido", contó.

Tras ello, Maldonado le pidió a la mujer que observara si no le faltaba nada y obligó al hombre a sentarse en su mesa a la espera de que llegara el móvil del Comando Radioeléctrico que lo llevó a la comisaría 5ª, donde fue identificado como Fabián Córdoba, de 35 años.
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