La penalización y la muerte

Dos problemáticas atraviesan el caso de María del Luján Saucedo según la abogada y especialista en género Susana Chiarotti, fundadora y directora del Instituto de Género, Derecho y Desarrollo (Insegnar). Por un lado la penalización del aborto, que "condena a las mujeres a la práctica de prácticas clandestinas poniendo en riesgo su vida o convierte en forzoso un embarazo no deseado". Y por otro la dificultad de las mujeres para plantear relaciones sexuales seguras con sus parejas.

"Los abortos en condiciones de ilegalidad conducen a la pérdida de vida o de la salud. Muchas chicas deben someterse a diálisis por una infección renal tras un aborto inseguro", planteó Chiarotti. La especialista entiende que "las salidas a esta situación están claras: que las mujeres estén informadas y que se modifiquen los patrones culturales que les permitan negociar relaciones sexuales seguras. Porque después se enfrentan con una trama legislativo-judicial que les impide acceder a la interrupción de un embarazo no deseado. Y las consecuencias son estas: profesionales que lucran con abortos inseguros y la muerte de chicas jóvenes".

Por otra parte, Chiarotti indicó que "si el cuerpo de esta joven pudo ser incinerado es porque nadie la acompañó. No tuvo la compañía del varón para apoyarla en ese trance que debe haber sido terrible, porque nadie aconseja un aborto a los 7 meses. Es una etapa en la que corre riesgo la vida".