"No fui" 2

A su juicio en el vehículo iba otra persona, porque el auto, que se cruzó de mano tras desbandar un neumático, tenía indicios de haber sido movido. "Eso no podría haberlo hecho un chico. Además también estaba abierta la puerta del lado derecho", apuntó.

Giannini relató que mientras el chico vivió en esa localidad, había alertado a su madre porque lo veía deambular por las calles. También señaló que uno de los mejores momentos que pasó L. fue en la colonia de vacaciones. "Allí se sintió atendido, contenido, le gustaban la pileta, los juegos y las meriendas. A la colonia no faltó nunca, en contraste con la escuela a la que no asiste", relató. Stella Maris recuerda ese momento. "El señor Giannini fue el único que me ayudó".

El jueves pasado una junta médica examinó a L. en el hospital de Venado Tuerto, a instancias de la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud de la provincia. Pediatras y psiquiatras pidieron una serie de estudios que estarán listos la semana que viene. Entonces los mismos profesionales volverán a evaluar al chico. Días atrás, el Tribunal de Menores se constituyó en Rufino, para tomar medidas de prueba y determinar si fue el nene quien condujo la Kangoo desde esta ciudad hasta Amenábar, tal como señalaron los testigos, de acuerdo a lo asentado en la comisaría.

Para el juez de menores Javier Prado, la mayor preocupación es resolver la cuestión social del nene en el menor tiempo posible. Además el magistrado dijo que es la primera vez que L. llega a este juzgado, ya que nunca había sido denunciado. Como el nene fue señalado por dos testigos como quien tomó la Kangoo frente a un domicilio de la calle España, tiene en la Justicia dos causas: una por la sustracción y otra por su situación familiar. La primera de las causas daría lugar a una medida tutelar, esto es, una serie de disposiciones orientadas a modificar aspectos de la vida del nene que lo llevaron -si lo hubiera hecho- a cometer esa travesura.

Sería una medida tendiente a la reinserción social del chico. Luego los trabajadores sociales del tribunal deberían intervenir hasta corroborar que el objetivo tutelar se cumplió. En ese punto la causa se archiva porque un nene de 9 años no es punible. Eso en el plano institucional. Fuera de allí, en el concreto mundo de L., lo que hay es un contexto agobiante de pobreza y de carencia. Algo que sólo presagia vidas sufridas a aquellos que no disponen de ámbitos y horizontes más afortunados.