Natación: Una lista desprolija

Todavía perdura el malestar desde que el Comité Olímpico Argentino (COA), contrariando lo dispuesto por la Confederación Argentina de Deportes Acuáticos (Cadda), decidió llevar a los Juegos Olímpicos aquellos nadadores que habían alcanzado la marca B (mínima).

La marca A (máxima), fijada por la Cadda, era el requisito para ir a los Juegos, en los siguientes torneos: Panamericanos de Santo Domingo, Argentino de Mar del Plata y Sudamericano de Punta del Este. Aquellos que lo consiguieron fueron José Meolans, Georgina Bardach y Florencia Szigeti.

Semanas antes de ir a Atenas, el COI habilitó a quienes alcanzaron la marca B sin importar en qué torneo y sin tener en cuenta lo dispuesto por la Cadda y se amplió la lista a 10 nadadores.

Hubo algunos que se sintieron perjudicados, como Agustín Fiorilli y Walter Arciprete, porque planificaron sus trabajos para esos torneos mencionados anteriormente y luego se tomaron vacaciones perdiendo un tiempo precioso en el que bien podrían haber logrado buenas marcas.

Ambos consiguieron la marca B, pero hubo otros que alcanzaron mejores registros y los dejaron afuera de Atenas. Según pudo averiguar asOvacionsx los dos están convencidos que si hubieran sabido esa resolución final del COA se hubiesen dedicado de lleno a una sola especialidad y sus marcas B hubieran sido superiores. No en vano, Fiorilli tiene dos Juegos Olímpicos encima y Arciprete uno. Otra vez los nadadores fueron víctimas de la desorganización.

Fiorilli y Arciprete se sintieron perjudicados.